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El Banco Central prorrogó por 30 días el congelamiento de las cuotas para los deudores hipotecarios UVA, mientras se conforma una comisión para evaluar las consecuencias sociales y económicas del sistema. La pausa en la indexación había sido implementada por el gobierno de Cambiemos a mediados de agosto, luego tras la derrota en las elecciones primarias y la megadevaluación, que implicaba una disparada en el precio de las cuotas y del capital. El colectivo de hipotecados UVA reclama el congelamiento de los créditos y salir del sistema UVA. Argumentan que la indexación en un contexto de elevada inflación “es una usura”.
«El Banco Central acordó con el Ministerio de
Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación Argentina extender durante el mes de enero de 2020 los beneficios para
compensar el aumento en las cuotas de los tomadores de créditos hipotecarios ajustables por Unidades de Valor
Adquisitivo (UVA). Esta medida había sido dispuesta en el marco de la crisis económica que atraviesa la Argentina.
El beneficio tenía fecha de vencimiento el 31 de diciembre, e implica el mantenimiento de la cuota al valor de agosto
2019», comunicó el Central.
El trabajo que realizaron equipos técnicos del Central estaba previsto en la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, que fue aprobada en el Congreso. En el artículo 56 , establece que la entidad financiera realizará una “evaluación sobre el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos UVA para la adquisición de viviendas”. Y al mismo tiempo, estudiar un mecanismo para “mitigar” sus efectos negativos atendiendo al “criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor”.
«En vistas de lo establecido por el artículo 60 de la ley 27.541, se conformará una comisión para evaluar el desempeño y las consecuencias del sistema de préstamos ajustables por UVA para la adquisición de viviendas, sus consecuencias sociales y económicas, atendiendo al criterio del esfuerzo compartido entre acreedor y deudor», concluye el escueto comunicado del organismo que conduce Miguel Pesce.
La Unidad de Valor Adquisitivo (UVA) aumentó 227 por ciento durante el gobierno de Cambiemos. En abril de 2016, cuando fueron lanzados los créditos UVA, era de 14,05 pesos, mientras que el 10 de diciembre, último día del gobierno de Macri, se ubicó en 45,91 pesos. Esta disparada fue en línea con la inflación, dado que la UVA es una unidad de medida que se actualiza en base al índice de precios. Pero no así con los salarios formales, que se incrementaron 133 por ciento entre octubre de 2016 y octubre de 2019, según la consultora Ecolatina.
El aumento de la UVA fue el motivo de reclamo de los hipotecados, dado que la cuota mensual y el capital adeudado se dispararon. En agosto, cuando el dólar saltó de 45 a 60 pesos, el Gobierno de Cambiemos salió al rescate y congeló las cuotas entre agosto y diciembre. Fue para el 80 por ciento de los hipotecados y tuvo como beneficiarios a 93 mil familias: 33 mil del plan Procrear y 60 mil que usaron el crédito para comprar una vivienda con un valor menor a 140 mil UVA, según el Banco Central.
Lo cierto es que la cuota aumentó, al ritmo de la inflación, pero el Estado puso la diferencia. Una persona que en marzo de 2016 sacó un crédito de un millón de pesos con una cuota inicial de 7915 pesos, en diciembre de este año pagará una cuota de 25.922 pesos y deberá 3.024.370 pesos. Así se desprende de una estimación realizada por el analista financiero Christian Buteler.
Durante el debate presidencial, Macri propuso que los hipotecados tengan aumentos en sus cuotas según la variación de los salarios. Los hipotecados rechazan esta opción. Aseguran que el coeficiente es un promedio que no representa la realidad de muchos de los tomadores de crédito, en un contexto de aumento del desempleo. En este sentido, proponen no haya indexación de ningún tipo en el capital adeudado ni en las cuotas. Esto significaría directamente salir del sistema UVA, dado que de congelarse el capital, la deuda dejará de ser en UVA para ser en pesos. Las cuotas quedarían determinadas por los intereses del banco y se pasaría a un crédito tradicional. El objetivo es que tengan previsibilidad de cuánto van a pagar por mes y bajar el endeudamiento de las familias.
Las irregularidades en el pago del crédito UVA para las familias se encuentra en el punto más alto de la serie. Comenzó en 0,1 cuando arranca la medición oficial en enero de 2018, trepó a 0,2 y 0,3 después de noviembre del año pasado y a mediados de 2019 escaló a 0,4, para posicionarse desde agosto en 0,5.
La necesidad de la modificación pone en evidencia las inconsistencias del programa, cuando han transcurrido menos de 4 años de su puesta en marcha, con préstamos que fueron concedidos hasta a 30 años para su devolución. En octubre de 2018, tras la mega devaluación y la disparada en la inflación, Macri anunció que las cuotas iban a tener un tope en los aumentos. A mediados de 2019, desde la Secretaría de Vivienda anunciaron que compensarían a los tomadores a través de un subsidio para el pago de las cuotas. Y tras la derrota en las elecciones primarias, las cuotas mensuales fueron congeladas hasta fin de año.
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