Felipe Solá viaja a México: sintonía con López Obrador y disputa por el sillón de la OEA

Antes de cumplir un mes como canciller, Felipe Solá hará su primer viaje al exterior. El destino será México para participar de la cumbre de cancilleres de países que integran la CELAC, organismo que agrupa naciones de América Latina y el Caribe.

Es, en cierto modo, una OEA latina: no solo porque no están EE.UU. y Canadá sino porque surgió, en su momento, como una espacio multilateral paralelo a la organización, espíritu que se quiere reimpulsar en la cumple mexicana.

Solá, que integró la comitiva que acompañó a Alberto Fernández a México en noviembre pasado, debuta en el ajedrez regional y lo hace con un propósito: respaldar la posición de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el presidente mexicano.

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Late, entre Fernández y AMLO -que asume la presidencia pro tempore de la CELAC-, el germen de una alianza estratégica que tuvo episodios pasados (como el corredor diplomático para la salida de Evo Morales de Bolivia tras el golpe) y otro inminente: el presidente argentino coordino con su par de México la posición pública sobre los incidentes políticos en el parlamento venezolano.

AMLO quiere reposicionar la CELAC como una mesa regional que, como sostiene Fernández, se convierta en un ámbito de debate amplio. Traducción criolla: «Que nos sea como la OEA o el grupo de Lima donde lo único que se discute es Venezuela».

Fernández y López Obrador han expresado posiciones en común, y se han movido ajenos a las proclamas de la OEA y del grupo de Lima. 

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Solá viaja este lunes junto a Jorge Neme, su secretario de Relaciones Económicas Internacionales, comitiva de la que formará parte también Carlos Tomada, futuro embajador argentino en ese país. El ex ministro de Trabajo ya recibió el plácet aunque falta, todavía, el acuerdo del Senado argentino.

El canciller argentino tendrá una bilateral con su par mexicano, Marcelo Ebrard, y con los delegados de Perú, Ecuador, Surinam y, entre otros países, Cuba. Se verá con Rebeca Grynspan, la titular de la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB).

No habrá encuentro con diplomáticos del gobierno de Jair Mesías Bolsonaro porque el canciller carioca está de vacaciones.

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Pero Solá ya tiene agenda con Brasil: el 31 de enero, por invitación de Ernesto Araújo. A esa cumbre asistirá el designado embajador en Brasilia, Daniel Scioli.

El elemento adicional, que potencia la decisión política de apoyar la jefatura pro tempore de México en la CELAC, tiene que ver con el sprint de definiciones políticas que se avecina en la Organización de Estados Americanos (OEA).

El 20 de marzo, en Washington, se elige al Secretario General de ese organismo. El uruguayo Luis Almagro, ex canciller de José «Pepe» Mujica durante el segundo gobierno del Frente Amplio -partido del que fue expulsado- busca su reelección.

México, apoyado por Argentina, países de América del Sur y el Caribe, respalda un candidato propio: María Eugenia Espinosa, ecuatoriana que fue canciller de Rafael Correa y luego, con Lenin Moreno en el gobierno, presidió la asamblea de la ONU.

Ahora, según la radiografía política que se hace de la diplomática, no aparece atada a ninguno de los dos referentes ecuatorianos. AMLO no impulsó un candidato propio sino que decidió respaldar a Espinosa. En ese esquema de alianzas se mueve Argentina.

Hay un tercer candidato, el peruano Hugo de Zela, embajador de Perú en Estados Unidos, que tiene hasta acá el respaldo excluyente de su país. En la cuenta de Almagro aparece, esencialmente, el respaldo del gobierno de Donald Trump (EE.UU.).

Con 34 integrantes, el Secretario General necesita el voto de 18 países. Si ningún postulante llega a esa cifra, los dos más votados van a una especie de balotage.

Fernández protagonizó un cruce con Almagro, que fue contado por Clarín, cuando el funcionario de la OEA invitó a veedores argentinos a participar de una misión de revisión electoral en Bolivia, informe que según el gobierno argentino precipitó la crisis política y militar que presionó a Morales.