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La economía argentina sufrirá este año una de las mayores caídas de la región. El PBI se desplomará 12,3 por ciento, tras dos años de consecutivos caídas, contra el promedio de 7,9 por ciento que caerá en América Latina y el Caribe. Los otros países muy golpeados serán Perú (-12 por ciento), Ecuador (-11 por ciento) y México (10 por ciento). Las proyecciones fueron realizadas por el Banco Mundial en su último informe “El costo de mantenerse sano”. En tanto, el organismo proyecta que en el 2021 Argentina y Perú tendrán los mayores rebotes: una variación positiva de 5,5 por ciento para el caso argentino, similar a las proyecciones de la ley de presupuesto, y 7,6 por ciento para el peruano, superior al promedio de la región (+4 por ciento para 2021).
Martín Rama, economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, realizó una videoconferencia en la que se refirió puntualmente a la situación argentina, ante la consulta de este diario. “La previsión para Argentina es muy negativa, pero la tasa de caída no es la más alta de la región, en el Caribe las caídas son mayores porque las economías dependen del turismo, que desapareció”, graficó.
Sobre las causas del desplome, Rama explicó: “Argentina viene de dos años de decrecimiento de su PBI, en 2018 y 2019, y estaba toda la incertidumbre de qué iba a pasar con la deuda, donde luego hubo muy buenas noticias, porque se llegó a un acuerdo que se veía difícil. También el país tuvo uno de las cuarentenas más largas, donde el Covid fue progresando lentamente y al momento está volviéndose muy difícil, porque después de varios meses es más difícil sostener la situación”.
Latinoamérica
Desde el Banco Mundial consideran que América Latina y el Caribe es la región del mundo más golpeada por el coronavirus, tanto por sus consecuencias económicas como sanitarias. Rama explicó que se llevaron a cabo medidas de contención similares a las de los países desarrollados, tales como las cuarentenas, el rastreo o los testeos, aunque con resultados mucho más dramáticos.
Ante la consulta de este diario, Rama explicó por qué ante políticas similares los resultados fueron tan disímiles. “Esto ocurre porque una de las características de los espacios urbanos de los países en desarrollo son los barrios de extremo hacinamiento, donde una cuarentena no quiere decir que el contagio vaya a bajar”, aseguró. Y agregó: “También la eficacia de la contención es menor. En países avanzados con empleos formales, se recibe un salario por quedarse en la casa e incluso hay más posibilidades de teletrabajar. En la región hay mayor informalidad, gente que no puede teletrabajar, por lo que tiene que salir a trabajar todos los días”.
El economista del Banco Mundial destacó como positivo la asistencia estatal para afrontar la caída económica. De hecho, el informe analiza que 5 de los 10 programas de transferencia con mayor cobertura en la población en los países en desarrollo se dieron en América Latina. “Pese al muy limitado espacio fiscal, los paquetes de estímulo fueron robustos, y el esfuerzo de políticas de transferencia a la población fue muy importante,” aseguró. No sólo porque se dirigió a los sectores que realmente lo necesitaban, sino por el “efecto multiplicador” en el resto de la actividad económica.
Recuperación
El Banco Mundial se muestra “optimista” acerca de la recuperación. Proyecta que el PBI aumente 4 por ciento en América Latina y el Caribe. “Los elementos no son tan malos como preveíamos, el comercio de bienes se recupera fuertemente y los precios de las materias primas se mantuvieron relativamente bien, en conjunto con una recuperación de China, que es un mercado importante para la región”, aseguró Rama.
En cuanto a cómo será esa recuperación, Rama aseguró que será similar a una letra “V”. “El crecimiento va a ser fuerte, pero no va a llegar al nivel prepandamia, puede llevar 2 o 3 años antes de recuperar el nivel anterior”, detalló. Una de las limitaciones en la recuperación será el menor espacio fiscal para estímulos estatales, sobre todo en el caso de posibles segundas o terceras olas del virus.
Ese será el gran dilema. “Los gastos se pueden sostener por unos meses, pero no pueden seguir por años, porque las deudas públicas están subiendo a un ritmo que no es sostenible por mucho tiempo”, anticipó Rama. Además, opinó que podría ser un “problema” aumentar los impuestos, porque consideró que podría desincentivar la creación de empleo. ¿Cómo conciliar entonces las restricciones? El informe recomienda mantener las transferencias sociales a los sectores más vulnerables. A la vez, propone que los Estados avancen en la mejora de los servicios de salud y en poder influir en el precio de los medicamentos, para que estén al alcance de la población.
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