Celino Loyola, de 83 años, había sido visto por última vez el 22 de diciembre último a las 7:30, luego de salir de su domicilio ubicado en el barrio IPV, en Los Cocos. Su cuerpo fue encontrado una semana después en el marco de un importante operativo de búsqueda en un sendero del campo “Ridder”, de esa localidad.
La autopsia practicada al cuerpo de Celino Loyola determinó que el hombre tuvo una “muerte natural” producto de una “cardiopatía isquémica” y que su fallecimiento corresponde a la fecha de su desaparición, por lo que los investigadores consideran que caminó por sus propios medios al lugar donde fue hallado una semana después de su desaparición.
Paula Kelm, señaló que el cuerpo de Celino “no tenía rastros de violencia de ninguna naturaleza” y que su muerte “ha sido una cuestión total y absolutamente natural”.
Respecto del lugar de hallazgo del cadáver una semana después de la desaparición del hombre, que padecía Alzehimer, la fiscal señaló que todo indica que “él llegó por sus propios medios”.
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