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El histórico juicio político contra el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tuvo su inicio en el Senado. El primer capítulo del impeachment estuvo marcado por un intenso debate entre republicanos y demócratas en torno a las reglas y la duración del proceso. Pese a la gran expectativa que genera el impeachment, será muy difícil que el juicio prospere ya que se precisan dos tercios de los votos para destituir al presidente, en un Congreso que cuenta con mayoría republicana. Desde Davos, Suiza, Trump volvió a calificar el impeachment como una «caza de brujas».
Los 100 senadores que componen la Cámara Alta deberán decidir en un tribunal presidido por el jefe de la Corte Suprema, John Roberts, sobre los cargos que la Cámara de Representantes
, controlada por los demócratas, le imputó a Trump el mes pasado: abuso de poder y obstrucción al Congreso. El mandatario se convirtió así en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en ser sometido a juicio político, después de Andrew Johnson en 1868 y Bill Clinton en 1999.
En el inicio del impeachment, el jefe de la mayoría republicana del Senado, Mitch McConnell, introdujo un proyecto de resolución con el que busca poner restricciones a la evidencia de la investigación y a la presentación de testigos. McConnell intentará además acelerar el proceso.
«La estructura básica que estamos proponiendo es tanto justa como equilibrada», expresó el senador republicano. «No hay ningún motivo por el cual el voto sobre esta resolución pueda ser algo remotamente partidista», agregó. Para McConnell, la petición demócrata de incluir testimonios de altos cargos de la Casa Blanca es un privilegio constitucional que sólo puede ostentar la presidencia.
«Ir a la búsqueda de estos testigos podría retrasar el juicio y arrastrarnos en una compleja batalla legal sobre el privilegio profesional», manifestó el congresista republicano, para quien esto podría tener repercusiones permanentes sobre la esencia de los poderes del estado y la «institución presidencial».
A su turno, la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, acusó a McConnell de querer «esconder la verdad al Senado y al pueblo estadounidense». Para Pelosi, la posición legal del presidente Donald Trump consiste en que «tiene derecho a abusar de su poder todo lo que quiera, y que el Congreso no pueda hacer nada al respecto».
«Si el presidente está tan confiado en este caso, entonces ¿por qué no presentarlo a plena luz del día?», se preguntó el líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer. En la misma línea, el legislador Adam Schiff dijo que los republicanos buscan celebrar un proceso «engañoso» reduciendo su duración y extendiendo las audiencias hasta muy tarde. «Este es el proceso si uno no quiere que el pueblo estadounidense vea la evidencia», expresó Schiff.
Los demócratas buscan contar con el testimonio de altos funcionarios, como el jefe de gabinete de Trump, Mick Mulvaney, y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, con la expectativa de que aporten detalles de los intercambios del mandatario con Ucrania. Bolton ya se mostró dispuesto a testificar si lo citan.
Según el cronograma pautado, y de no mediar cambios, los miembros de la Cámara Alta escucharán los argumentos de los congresistas durante seis horas al día, seis días a la semana. El proceso será presidido por el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts, y los 100 senadores participarán a modo de jurado.
Los cargos contra Trump
Según la acusación que pesa en su contra, Trump intentó presionar a Ucrania para que interfiera a su favor en las elecciones de 2020. Para los demócratas, el mandatario estadounidense le pidió a su par ucraniano Volodimir Zelenski
que investigue los negocios del hijo de Joe Biden, quien podría convertirse en su rival demócrata en las presidenciales del próximo martes tres de noviembre.
Para los demócratas que lideraron la investigación, Trump manipuló a Ucrania al retenerle cerca de 400 millones de dólares en ayuda militar. Además, argumentan que Trump obstruyó el trabajo de la investigación en el Congreso, al negarse a que sus principales asesores pudieran declarar como testigos.
Trump cuenta con el apoyo de la mayoría republicana en el Senado, donde ostenta 53 escaños sobre 100, por lo que el juicio político difícilmente pueda prosperar. El mandatario estadounidense se encuentra actualmente en Davos
, Suiza, para participar del Foro Económico Mundial. Desde allí, volvió a calificar al impeachment como «una caza de brujas que ha estado sucediendo durante años». La Casa Blanca espera con optimismo que el juicio finalice en apenas dos semanas.
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