El llanto de Lebron y la emoción de todos los Lakers

Dolor, emoción… Los adjetivos se suceden y las lágrimas se repiten. La muerte de Kobe Bryant​ sacudió al mundo, incluso a muchos que nunca vieron un partido de la NBA y llegó el momento en que su equipo de toda la vida, tenía que volver a jugar. Suspendido un partido, Los Angeles Lakers debían salir a la cancha y el homenaje a uno de los más grandes jugadores de la historia fue impresionante.

La previa ya pintaba emocionante porque la imagen de todo el Staples Center era infernal. Cada platea tenía una camiseta de los Lakers con uno de los números que usó Kobe. Mitad del estadio con la 8 y la otra, con la 24. Todas las ubicaciones menos dos, las que usaba Bryant con su hija Gigi, quien también murió en el accidente del domingo pasado.

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Y cuando llegó la hora del partido, el clima fue mostrando la tristeza general. Desde la salida de los jugadores locales a entrar en calor, todos con el número de Kobe pasando por la canciones especialmente dedicadas a él mientras pasaban imagenes de la historia del jugador. Todo el estadio gritando «MVP» y luego un doloroso «Gigi».

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El himno americano más sentido que nunca para la gente que colmó el Staples Center y el final de los recuerdos con la palabra de Lebron James​. Y ese crack gigante, que más temprano se había hecho un tatuaje en honor a Bryant, decidió dejar el discurso que tenía listo para tomar el micrófono y «hablar con el corazón. Mi sentimiento y el de mis compañeros es la de quedarnos por siempre acá» sin disimular las lágrimas.

¿Cómo hacían entre tantas situaciones movilizante para jugar el partido? A fin de cuentas, los Lakers vs Portland Blazers terminó siendo lo menos importante. El último homenaje al arrancar el partido dejando pasar el reloj 24 segundos y luego 8 sin hacer nada para cerrar un día que difícilmente podrán olvidar.