Los tironeos por la vacante en la Defensoría del Niño, un anticipo de la pelea por la ley de aborto

La designación de la Defensora de los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes de la Nación –un puesto vacante desde hace 13 años- también quedó atravesada por la pelea entre «verdes» y «celestes». Como el presidente Alberto Fernández incluyó el tema en extraordinarias, su tratamiento podría convertirse en la antesala del debate por el aborto.

El año pasado, la abogada especialista en derecho de familia, Marisa Graham, recibió el visto bueno de Diputados para ocupar ese cargo pero todavía necesita el aval del Senado. Sin embargo, grupos de legisladores anti aborto se oponen a la designación por su postura a favor de la legalización del aborto.

A mano alzada y en una sesión especial, la Cámara baja votó a favor de Graham a mediados de 2019. La letrada llegó a esa instancia después de resultar elegida –entre un grupo de 15 postulantes- por la comisión bicameral de Defensor del Niño.

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La problemática empezó antes de la votación en Diputados, cuando se conoció la visión a favor de la legalización del aborto de Graham. En ese entonces ya grupos de legisladores «celestes» intentaron frenar su nombramiento.

Como no lo lograron, tras la votación casi 50 diputados presentaron una carta al entonces presidente de Diputados, Emilio Monzó, en la que le reclamaban el haber habilitado la votación a mano alzada y no haberla hecho nominal. Por eso, los firmantes exigían rever el nombramiento.

Eso no ocurrió y el pliego de Graham fue girado al Senado. Sin embargo, en todos los meses que siguieron su tratamiento se dilató -como parte de la estrategia- y nunca llegó a someterse a votación.

Los senadores anti aborto tampoco quieren que ella sea la elegida y patearon el tratamiento del pliego en varias oportunidades. El presidente de la bancada del Frente de Todos, José Mayans, fue uno de los que se opuso cuando el tema quiso ser tratado en el recinto.

La intención no mencionada era que se cumpla el plazo, quede archivado y el proceso empiece todo de nuevo.

En la Justicia, un grupo de organizaciones autodenominadas «pro vida» también presentaron tiempo atrás un amparo para frenar el nombramiento.

Sin embargo, Alberto Fernández movió el tablero y en la ampliación de temas para extraordinarias incluyó el pliego de Marisa Graham y esta vez no hay escapatoria.

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«Es un tema complicado. Hay que trabajarlo mucho dentro de nuestro bloques y también con la oposición que puede ser clave. Estamos viéndolo», reconocen en el Frente de Todos de la Cámara alta. Mayans está en contra pero su vice en el bloque, la camporista Anabel Fernández Sagasti, es una de las impulsoras, al igual que la presidenta de la Banca de la Mujer, Norma Durango.

«Con el nivel de pobreza y la situación que atraviesan millones de chicos en el país es urgente la designación de la defensora de los niños. Le tomamos tres exámenes a Graham. Fue elegida por unanimidad. Es la más capacitada. No falta nada más.», se quejan puertas adentro del bloque oficialista.

En el Senado avanzan los planes para que en la semana del 21 de febrero haya sesión. Además de los pliegos de los candidatos a embajadores deberían votar la Ley de Góndolas -que ya tuvo luz verde en Diputados- y sin otra fecha de extraordinarias en mente, debería ser la fecha para que se trate el pliego de la defensora del niño también.

Esa votación podría ayudar a vislumbrar cómo vienen los votos para el tema de la legalización del aborto.

Mientras tanto, especialistas y organismos de niñez reclaman a diario que se avance con la designación.

Graham es abogada especialista en derecho de familia, ex titular del Consejo del Menor y la Familia, ex Directora de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia del gobierno de la Ciudad. Tuvo varios cargos públicos durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner. Como sus adjuntos fueron aprobados también los abogados especialistas en niñez, Juan Hernández y Fabián Repetto.

Graham fue elegida por unanimidad en la comisión bicameral creada para tratar la designación, tras un concurso donde hubo más de 70 inscriptos en el que debieron rendir examen escrito y presentar planes de trabajo.