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El Gobierno cerró el registro que se utiliza para declarar las exportaciones agropecuarias, lo cual es interpretado como la antesala para la suba de tres puntos porcentuales en los derechos de exportación para la soja y derivados, de 30 a 33 por ciento. Con la suspensión transitoria de las operaciones, la Casa Rosada quiere evitar que los operadores se apuren a liquidar la cosecha con las retenciones al 30 por ciento, dada la expectativa por el inminente anuncio. Se calcula que el aumento de las retenciones permitiría una recaudación extra de unos 450 millones de dólares al año en favor del Tesoro nacional. El clima entre la dirigencia agropecuaria está tenso y no se descartan medidas de fuerza. Desde Federación Agraria advierten por la falta de una segmentación que mejore en términos relativos la situación de pequeños productores. Este jueves habrá una reunión entre los representantes de la Mesa de Enlace y el Ministerio de Agricultura. La suba de retenciones para la soja iría acompañada por una rebaja de los derechos de exportación para las economías regionales y un esquema de reducción gradual para los grandes cultivos. Con fuerte hermetismo, el tema lo está terminando de delinear el Ministerio de Economía junto a la cartera de Agricultura.
El Gobierno estaría a punto de utilizar la facultad definida en la Ley de Emergencia y Solidaridad, que le permite elevar las retenciones a la soja del 30 al 33 por ciento y del 12 al 15 por ciento en trigo y maíz. Previo a la sanción de esa megaley, el gobierno había actualizado el esquema de retenciones lanzado por el gobierno anterior en septiembre de 2018, lo cual implicó en los hechos un incremento de los derechos de exportación en varios puntos porcentuales. La pausa en la suba del 30 al 33 por ciento venía con la promesa de dialogar con las entidades para definir un esquema con compensaciones para pequeños productores y rebaja en retenciones de productos con mayor valor agregado. El Gobierno avanza en la presión sobre el campo en la previa de la última etapa de la negociación con los acreedores externos y antes de la visita del FMI por el artículo IV, para negociar un nuevo préstamo. Uno de los insumos de la negociación de la deuda es la proyección de déficit fiscal.
La versión que venía circulando en estos días sobre la posible suba en las retenciones ganó peso con la suspensión del registro que utilizan los exportadores para anotar sus operaciones. En el agro no encuentran otra explicación a la suspensión del registro si no fuera para preparar el camino para la suba de retenciones. Sin embargo, en el Ejecutivo cerraron filas y no informan sobre el tema. El ministro de Agricultura, Luis Basterra, recibe este jueves a los representantes de las entidades del agro.
Por lo pronto, el sector del agro muestra su rechazo a la posible medida. “No lo vemos bien. Esperamos mucho tiempo para tener una reunión, ahora seguiremos con la voluntad de diálogo y veremos qué tienen para decirnos. Con esta situación de trato igualitario, a los primeros que ponen en situación de protesta es a los pequeños y medianos productores. Hay gran malestar y va a ser difícil esquivar la medida de fuerza”, dijo a Página/12 Carlos Achetoni, titular de Federación Agraria.
Otras fuentes de esa entidad que políticamente están cerca del gobierno nacional confirmaron a este diario que una suba de las retenciones a la soja sin un apoyo paralelo a los productores de menor porte genera mucho ruido en el sector. «Cada vez hay menos pequeños productores, eso da una pauta de la situación. Pero no se analizan las distintas rentabilidades. Las empresas que hacen los insumos ganan fortunas en dólares y los dueños de los campos ganan con el arrendamiento, pero los productores chicos están ajustados. Por eso pedimos el tema de la segmentación en función de la distancia al puerto y cantidad de producción», indican.
Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) salió con los tapones de punta: “Han sido suspendidos los registros de exportación, medida que sorprende y deja una profunda sensación de engaño, porque mientras se espera para dialogar, se toman decisiones que no tienen retroceso, de lo contrario no se explica el cierre del mercado. Reiteramos nuestra voluntad de diálogo, pero advertimos que queremos ser respetados, no permitiremos ni engaños ni dilaciones, la presión fiscal es ya insostenible”.
Se especula que el presidente Alberto Fernández podría anunciar la suba de retenciones a la soja y derivados durante su discurso ante la Asamblea Legislativa, el próximo domingo 1 de marzo. La medida podría estar acompañada por una rebaja de los derechos de exportación para las economías regionales. Además, se plantearía un esquema de rebaja gradual del sistema de retenciones para los próximos años. El trigo, el maíz y la carne tampoco registrarían aumentos en los derechos de exportación, según la información que manejan en el sector empresario.
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