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Ideas para salir de la crisis | Referentes de Améri…

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Referentes de América latina como Dilma Rousseff, Rafael Correa y Alvaro García Linera pidieron la condonación de la deuda externa y flexibilización para renegociar esos pasivos para los países de la región. Evalúan que sería una medida indispensable, aunque no suficiente, para que los Estados cuenten durante los próximos años con los recursos fiscales para reforzar el sistema sanitario, contener la pandemia del coronavirus y paliar los duros efectos económicos que se avizoran por delante. También pidieron coordinación entre organismos internacionales y que el FMI emita masivamente los Derechos Especiales de Giro (DEG) junto a inyecciones de dinero de parte del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para apoyar a los Estados periféricos. El ex canciller y senador del Frente de Todos, Jorge Taiana, evaluó que “esta crisis económica no responde únicamente a la situación de la salud sino a la mala solución de la crisis internacional de 2008, que no hizo más que aumentar la desigualdad y destruir los sistemas de bienestar social. En ese momento, se decidió salvar a los bancos y no a los pueblos y se continuó con la destrucción de los sistemas de salud y los servicios básicos en España, en Italia y en Estados Unidos”.

El encuentro de los líderes regionales se realizó a través de una videoconferencia organizada por el Centro Estratégico Latinoamericano de Geoplítica (Celag). Participaron la ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff; el ex mandatario de Ecuador, Rafael Correa, y el ex vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera. También expuso sus ideas el ex canciller argentino y actual senador del Frente de Todos, Jorge Taiana; el vicecanciller de México para América latina, Maximiliano Reyes, y la diputada chilena Camila Vallejos.

La ex presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, depuesta de su cargo por un golpe parlamentario liderado por Michel Temer, consideró que “esta situación de pandemia va camino a una crisis internacional de carácter excepcional, lo cual requiere medidas excepcionales. La crisis sanitaria es también económica, y las poblaciones más pobres son las más vulnerables. En este contexto, es indispensable volcar los recursos tanto para el suministro de equipos médicos y realizar tratamientos, como también para garantizar una estructura de garantía de renta mínima para los pueblos del mundo. Se necesita una fuerte coordinación internacional entre los países del G-20 y los organismos internacionales. En particular, es indispensable crear un acuerdo de canje de divisas entre un grupo de Bancos Centrales. Los bancos y los acreedores privados deben renunciar a por lo menos dos años en el cobro de la deuda de países más pobres, incluidos a los países de Africa, América latina y Asia. Después del coronavirus viene la crisis económica, será muy difícil la recuperación y se debe tener margen fiscal”.

En una línea similar se expresó Rafael Correa, ex presidente de Ecuador. “Las economías emergentes no vamos a poder salir adelante sin el apoyo internacional. Por ejemplo, la economía de Ecuador depende del petróleo, cuyo precio se desplomó, y ni siquiera puede emitir moneda. Necesitamos liberar recursos para salvar vidas y la manera inmediata es dejar de pagar la deuda. Esto no va a alcanzar, pero es una de las medidas indispensables. Este año, Ecuador tiene obligaciones de deuda por 6 mil millones de dólares, ya pagó 2 mil millones en lugar de comprar comida para darle a la gente y mientras se suspendió el pago de los salarios. Pero quedan otros 4 mil millones de dólares que no deben ser pagados. No se trata de estafar a nadie, sino que acá hay razones de fuerza mayor. Pero además de la condonación y en otros tramos flexibilización de la deuda, se va a requerir una emisión trillonaria de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI junto a otros paquetes de ayuda”, indicó Correa.

«En Argentina estamos casi con un PBI de deuda externa. Es una parte de la herencia que nos dejó el gobierno anterior, que se endeudó de una manera desorbitada con los organismos multilaterales y también con los acreedores privados. De hecho, nosotros tuvimos primero la crisis de la deuda y luego la de salud. Nuestro gobierno está planteando no pagar la deuda en los próximos cuatro años», señaló Taiana. «A nivel global, cabe mencionar que no es la crisis de salud lo que provoca esta debalce económica, sino que la crisis de la economía se desata por una mala solución de la crisis de 2008,  que no hizo más que aumentar la desigualdad y destruir los sistemas de bienestar social».

El ex vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, dijo que «es un crimen estar pagando deuda externa y dejar de dar alimentos o de comprar insumos médicos. Hay que suspender el pago de una parte y renegociar en otros casos. Tengamos en cuenta que para algunos economistas estamos frente a una crisis que puede tener las dimensiones de la salida de la segunda guerra mundial. En ese momento, los Estados mantenían un nivel de inversión pública del orden del 40 por ciento del PBI, mientras que actualmente, no llegan al 10 por ciento. Los Estados van a tener que duplicar o triplicar su inversión para mejorar los sistemas de salud, generar empleo y reanudar las cadenas de suministros. Además del freno en el pago de la deuda, será necesario el flujo positivo de recursos de parte de los organismos internacionales».

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