Alberto Fernández encabezó la capacitación de género de la «Ley Micaela» y pidió construir «una sociedad igualitaria»

«No estaba preparado (para hablar), quiero aclarar. A mí me dijeron que viniera como alumno y vine». Alberto Fernández se excusó al arrancar su discurso en la jornada de capacitación obligatoria en materia de género y violencia contra las mujeres que cumplió en el Centro Cultural Kirchner junto a su Gabinete, tal como prevé la «Ley Micaela». En rigor, el Presidente finalmente terminó dando un -breve- discurso, pero fue un gesto para dejar en claro la importancia del evento al que había asistido. 

«Mis palabras, créanme, hoy están de más: lo importante es reflexionar sobre lo que dijo Dora (Barrancos) y lo que dijo Elizabeth (Gómez Alcorta)«, aseguró el Presidente, ante un auditorio colmado por ministros, secretarios y subsecretarios de Estado, que recibieron la capacitación por parte de Barrancos, integrante del Consejo de Asesores del Presidente; y Alcorta, ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad.

El encuentro, considerado como «un hecho histórico» por parte del Gobierno, tiene un antecedente en la gestión anterior: en septiembre, Mauricio Macri había hecho el curso de capacitación.

Según Presidencia, con el encuentro que encabezó el Alberto F. se «buscó reducir las brechas de género que existen en los distintos ámbitos, garantizar que todas las personas se desarrollen en libertad y con autonomía plena, y promover procesos de inclusión y cohesión social, libres de violencia«.

En ese sentido, la fecha elegida por el Gobierno para trazar esta jornada no fue casual: este viernes se cumplió un año de la promulgación de la Ley 27.499, que lleva el nombre de Micaela García, una joven de 21 años que fue víctima de femicidio.

La norma tiene como objetivo promover el desarrollo de un plan de formación continuo para dinamizar la transformación cultural al interior del Estado, que garantice igualdad de oportunidades y derechos.

Barrancos ponderó la capacitación obligatoria para funcionarios de los tres poderes del Estado que prevé la ley y consideró que es un paso para «erradicar las bases de sustentabilidad de lo no democrático y de la desigualdad«. 

«Espero de este nuevo ciclo este compromiso extraordinario, que se inicia con esta escena de esta mañana, que para mí es particularmente emocionante», completó. 

Para Gómez Alcorta “esta capacitación a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo Nacional constituye un cambio de paradigma no sólo en la implementación de la Ley Micaela, sino en la posibilidad de incluir perspectiva de género a todas las políticas públicas en nuestro país».

«No tengo dudas -agregó la ministra- de que es un hecho histórico, es un salto cualitativo y eleva la vara en lo que implica la obligatoriedad de la capacitación con perspectiva de género y sobre violencias por razones de género».

Y estimó que «sin esta perspectiva es muy difícil que aquellos que tienen en sus manos el diseño y la ejecución de las políticas públicas puedan trabajar para reducir las brechas de desigualdad por razones de género”.

La funcionaria remarcó que «hace unos pocos días terminaron de adherir 21 provincias», pero admitió «déficits de implementación que tienen que ver con que en las provincias, algunas leyes (de adhesión a la norma nacional) no están reglamentadas».

A su turno, el Presidente se mostró crítico de la «desigualdad» entre el hombre y la mujer. “Somos una sociedad pensada y construida a partir del hombre, donde la mujer sólo fue un acompañamiento, descuidando objetivamente que fue parte esencial de la sociedad argentina”, cuestionó.

“Queremos una sociedad igualitaria, con plenitud para todos más allá de su condición de género y de su identidad sexual, queremos una sociedad donde todos tengan las mismas oportunidades para desarrollarse”, reafirmó.

Un rato más tarde, ya cuando había arribado a Casa Rosada, el Presidente volvió a poner en escena el tema de género. Fue cuando dijo que le hubiera gustado que los periodistas le preguntaran por la Ley Micaela. «Es muy valioso lo que esa ley impone, que es la necesidad que la sociedad tome conciencia entre la desigualdad entre el hombre y la mujer», destacó.

El jefe de Estado consideró «imperdonable» no condenar «la supremacía del hombre contra la mujer». «Yo entiendo que es parte de una cultura que durante muchos años existió, pero ahora que nos damos cuenta de lo que pasa, no podemos seguir siendo complacientes«, enfatizó.