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Ni la coparticipación en disputa en la Corte Suprema, ni los terrenos que la Nación cedió a la Ciudad y quiere de vuelta, ni el ascenso incesante del dólar. La pandemia ocupó la hora de reunión entre el presidente Alberto Fernández, Horacio Rodríguez Larreta y Diego Santilli, de la que también participó por videoconferencia el gobernador bonaerense Axel Kicillof.
El jefe de Gobierno y el vicejefe se llevaron la negativa del jefe de Estado para avanzar en la apertura de shoppings. Sin embargo, en la sede del Ejecutivo porteño confían en consensuar un protocolo para habilitar los centros comerciales antes del día de la madre, que se celebrará el próximo domingo.
La continuación shoppings cerrados podría resquebrajar aún más una relación que acumula fisuras. En la jefatura de Gobierno aseguran que la situación del sector es dramática, puesto que no abren sus puertas desde el 20 de marzo.
«Quedó en stand by», dijeron los funcionarios más entusiastas de la Ciudad. Se ilusionan con que la decisión del Presidente haya sido circunstancial para evitar que las medidas más restrictivas en 18 provincias coincidan con un escenario de aperturas en el AMBA. El jefe de Estado aludió a la solidaridad de los gobernadores de los distritos menos afectados durante su comunicación del endurecimiento de la cuarentena en el resto de las provincias.
De todos modos, si las expectativas optimistas de la Ciudad chocan con la negativa sostenida de la Casa Rosada, algunos dirigentes porteño no imaginan que los shoppings se mantengan cerrados. Antecedentes hay: a pesar de las prohibiciones provinciales, el intendente de Mar del Plata –Guillermo Montenegro, del PRO- y su par de Moreno, Mariel Fernández, abrieron los shoppings en sus distritos.
La Ciudad se llevó, además, otro rechazo. El Gobierno no aceptó habilitar el transporte público para empleadas del servicio doméstico. Kicillof tampoco apoyaba la medida. Para el jefe de Gobierno el impacto es menor. Al igual que el Presidente y el gobernador, no quiere poner en riesgo la reapertura de actividades y el descenso de la curva de contagios en el área metropolitana de Buenos Aires, que traen oxígeno a las arcas del distrito.
La Ciudad habilitará actividades al aire libre como eventos culturales y gimnasios; clases presenciales para 6500 chicos con poco contacto con las escuelas durante la pandemia; revinculación escolar para los alumnos del último año del primario y secundario; visitas a geriátricos; encuentro sociales en clubes y la construcción de obras menores a 5 mil metros.
La Provincia, en tanto, habilitará construcción y gastronomía al aire libre; además de obras y la construcción a menor escala.
A pesar del rechazo señalado de la Casa Rosada a la Ciudad, todas las partes convinieron en que fue una reunión sin mayores tensiones. “Hubo buen clima”, graficaron cerca del gobernador y del jefe de Gobierno.
Con el 65 por ciento de los contagios en el interior, la Casa Rosada busca exponer como un caso testigo para el resto de las provincias la gestión coordinada y «exitosa» de la pandemia en el AMBA.
Repitió ese enfoque durante la comunicación oficial de la extensión de la cuarentena y el jueves, en una videoconferencia de casi 5 horas con los 24 gobernadores, en la que Rodríguez Larreta y Kicillof fueron los primeros en hablar y en ponderar el trabajo conjunto y las herramientas del Gobierno, como el operativo Detectar.
«Nos concentramos en trabajar juntos el jefe de gobierno de la Ciudad, el gobernador de la Provincia y el gobierno nacional para seguir paso a paso cómo iba evolucionando la pandemia y tratando de minimizar su daño», expuso Fernández este viernes.
Los colaboradores del Presidente insisten en que el camino para contener el coronavirus en el AMBA es el modelo que deben replicar los gobernadores, pero advierten: «no es fácil». “Tuvimos una meseta muy alta, pero hace 5 semanas que muestra un descenso paulatino. En el medio nos comimos de todo, desde el cansancio de la gente hasta las marchas. Hasta ahora, el interior del país vio la pandemia de lejos”, graficó un funcionario que estuvo presente en la videoconferencia.
Durante el anuncio oficial, Fernández, que enfatizó la baja sostenida de contagios en el AMBA durante las últimas 5 semanas, evitó el triunfalismo. «No está resuelto para nada el problema», dijo antes de pedir a los habitantes de la Ciudad y el Conurbano que continúen evitando las reuniones sociales. El jefe de Gobierno se diferenció y habilitó encuentros en polideportivos. «A pesar de sumar actividades, mejoró la situación sanitaria», dijo el jefe de Gobierno en conferencia de prensa.
Horas antes, a solas con Kicillof y Larreta, el Presidente reiteró su preocupación por la expansión del coronavirus en el resto de las provincias. Fernández y Kicillof agradecieron al jefe de Gobierno por el acompañamiento del bloque de Juntos por el Cambio en Diputados al oficialismo para blindar jurídicamente a los laboratorios que produzcan las vacunas contra el covid-19, que obtuvo media sanción el jueves.
El gobernador destacó que la situación epidemiológica evoluciona bien, pero mencionó algunos problemas puntuales en el interior de la Provincia. “Se va a anunciar un cronograma de habilitaciones para las próximas semanas atado a la evolución de casos y camas. Si se mantiene la curva de descensos se siguen habilitando actividades”, precisaron en el entorno del gobernador.
Rodríguez Larreta y Santilli esperaron quince minutos al Presidente en su despacho, antes de pasar a un salón contiguo donde Kicillof -aislado por precaución- se sumó al cónclave.
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