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Berlín. Enviado Especial.
Alberto Fernández ya se encuentra en Berlín, la segunda escala de su gira europea y, acaso, la más importante. El Presidente arribó en la mañana de este domingo, procedente de Roma. Se reunirá este lunes por la tarde con la canciller alemana Angela Merkel, la mandataria más poderosa de Europa. Busca su apoyo, en la negociación con el FMI.
La jefa de Estado alemana lo recibirá en la sede de gobierno y luego de una reunión extendida, mantendrá una cena de trabajo con la delegación argentina. El encuentro, el último en confirmarse, se extendió luego de que el francés Emmanuel Macron hiciera lo mismo. Cerca del Presidente interpretaron el gesto como una muestra del interés que despierta la Argentina, a pesar de la crisis.
El nombre de Merkel surgió en la conversación entre Fernández y Francisco en la biblioteca privada del Palacio Apostólico, en el Vaticano. El Papa, a quien el Presidente también le pidió ayuda por la deuda, la tiene en gran estima.
Además de la renegociación de la deuda y el respaldo político que significará la reunión, el acuerdo entre la UE y el Mercosur será parte de las conversaciones. La canciller, que apoyó públicamente la administración de Mauricio Macri– fue una de sus principales impulsoras. El Presidente pidió revisar la «letra chica» del acuerdo.
La comitiva sufrió cambios. La novedad más importante, como informó Clarín días atrás, es la llegada de Martín Guzmán. El ministro de Economía llegará a esta ciudad para sumarse a una reunión con su par alemán, Peter Altmaier y el canciller Felipe Solá. Luego, será parte de la cena con Merkel, en la que se descuenta que brindará detalles de la negociación con el FMI y la situación financiera del país.
El secretario general de Presidencia Julio Vitobello, colaborador “transversal” de Fernández, también se sumó a la gira. En tanto, la ministra de Justicia Marcela Losardo partió -que le había pedido al Presidente viajar al Vaticano- viajaba a París para participar de un foro de la OCDE. El secretario de Culto Guillermo Oliveri regresaba a Buenos Aires, por la noche.
El secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; el canciller Solá, el secretario de Comunicación Juan Pablo Biondi continúan con la gira. El primero volverá al Vaticano -junto a Guzmán- dentro de tres días, para participar de un seminario junto a la titular del FMI Kristalina Georgieva organizado por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, que dirige el arzobispo Marcelo Sánchez Sorondo, el prelado que ofició la misa de la reconciliación -con guiños peronistas- en la cripta de San Pedro, antes de la entrevista entre Fernández y el Papa.
El Presidente también mantendrá una agenda de reuniones con algunas de las empresas más importantes de Alemania, con activos en la Argentina. Se reunirá con directivos de Volkswagen. Este lunes a las 17 (las 13 de Argentina) lo recibirá un alto ejecutivo de la casa matriz y también Pablo Di Si, Presidente y CEO de Volkswagen América Latina, además de Thomas Owsianski, CEO de Volkswagen Argentina. Fernández también se reuniría con directivos de Siemens y en las últimas horas recibió una invitación de Bayer, entre otros colosos privados.
El Presidente y la primera dama, Fabiola Yañez, fueron recibidos en el aeropuerto por el embajador argentino Pedro Villagra Delgado, y el representante alemán en Buenos Aires, Jürgen Christian Mertens. Luego, se trasladaron junto a toda la delegación al Hotel Regent, en el centro de esta capital; a pocas cuadras de la Puerta Brandenburgo.
Fernández partirá a España en las primeras horas del martes, donde se reunirá con el presidente del gobierno español Pedro Sánchez y con el rey Felipe VI. También mantendrá un encuentro con jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, antes de partir a Francia para entrevistarse con Emmanuel Macron, en el final de su gira.
El Presidente llegó el jueves a Roma, donde -además de su encuentro con el l Papa- mantuvo bilaterales con el primer ministro italiano Giuseppe Conte y el presidente Sergio Mattarella. «Tuvimos un apoyo contudente», celebró en la intimidad el mandatario; que confía en seguir sumando el respaldo de los países europeos.
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