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Alfredo Cornejo: «Con cinismo hablan de solidaridad pero le meten la mano a la clase media»

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-¿Cuál es su balance de este primer mes y medio del gobierno de Alberto?

-Bueno, en principio sería injusto ponerle una nota negativa a un mes y días. Creo que es prematuro para evaluar. Sí creo que hay señales que son negativas. Que este ensañamiento, en materia impositiva, sobre los sectores medios y que este discurso de decir que es solidaridad cuando se están congelando los ingresos de los jubilados… Los impuestos sobre la clase media, decir que es a los ricos, son todas mentiras de patas cortas. Cuando los jubilados reciban sus haberes van a ver que una gran parte va a estar congelada y cuando la clase media reciba el inmobiliario de la provincia de Buenos Aires o pague Bienes Personales o Ganancias, que antes no pagaban, se caerá el velo de que esto es solidaridad. Veo negativa la alta influencia que tiene el grupo de Cristina Fernández de Kirchner en los temas judiciales. El afán por liberar a políticos que están presos por actos de corrupción, no presos políticos.

-¿Están detenidos arbitrariamente, como dijo Alberto Fernández?

-La discusión acerca de la prisión preventiva es absurda. Porque la verdad es que nuestro sistema judicial es lentísimo, muy, muy lento. Y, en materia de corrupción, prácticamente tiene una tasa de condena que es irrisoria. Con la prisión preventiva, lo que deberían hacer es dejar de chicanear todas las causas y elevarlas a juicio.

-¿Entonces?

-Como síntesis sobre este mes de gestión, creo que la Argentina necesita un shock capitalista, y un Estado inteligente. Las dos cosas a la vez. Shock capitalista, para generar realmente la riqueza y poder combatir la pobreza. Y un Estado inteligente, que pueda igualar oportunidades con la educación, con los temas de trabajo y de empleo. Esas dos cosas, que las quiso hacer Mauricio Macri y no pudo, no supo, hacerlo, debo creer que Alberto Fernández sabe que se necesitan. Este mes y medio no dice claramente si va a ese lugar. Ha hecho un ajuste fiscal por el lado de los ingresos, algo por el lado de los gastos, en materia de jubilaciones, de ir buscando el equilibrio y tiene vocación por no entrar en default. Pero no se ve cuáles van a ser los motores del crecimiento.

-¿No ve un programa económico?

-Exacto. Cuáles van a ser los motores que van a hacer crecer a la Argentina. Hay un dato, que para mí es clave. Porque acá se dicen muchas cosas, de la herencia, se dicen consignas vacías, con muchísimo cinismo. Pero la verdad es que la Argentina de 2010 tenía el mismo producto bruto interno y tiene casi 4 millones más de habitantes en estos 10 años. O sea que la distribución per cápita de nuestra economía, somos la mayoría de los argentinos más pobres. Si la economía es la misma de 2010, no nos puede ir bien, objetivamente.

-¿A qué llama cinismo?

-El cinismo está en hablar de solidaridad, pero en realidad meterle la mano a la clase media, que es la que trabaja y produce, la que genera recursos. Esto no es solidaridad.

-Cuando habla de shock capitalista, evoca el “boom de inversiones” de Macri. Que nunca llegó.

-A ver, primero, dije en público y en privado que generar expectativas sobre el boom de inversiones era contraproducente. Pero, si los dirigentes no hablan claro, los ciudadanos van a tener muy poca referencia. No hay ninguna chance de que si la Argentina, vuelvo al punto del PBI en 2010, no crece, no vamos a salir de la pobreza, de los eternos problemas que tenemos. Para que la Argentina crezca, el único motor del desarrollo, no es el consumo, es la inversión, es de manual de la economía. Si no hay inversiones, no crecés. Ahora, acá hay mitos acerca de la inversión, si se va uno a la inversión extranjera directa. La verdad es que la inversión extranjera directa se ha dado en muy pocas circunstancias y como resultado de determinadas políticas, las privatizaciones de empresas públicas, por ejemplo, con Menem. El resto son procesos de credibilidad, etcétera. Creo que en esta primera etapa los que deben invertir en la Argentina, son los propios argentinos, deben dar el ejemplo. Esta etapa, para mí, es de inversores nacionales. Y para eso, el gobierno debe dar credibilidad, seguridad jurídica.

-¿Estas primeras señales contribuyen a eso?

-Para mí no. Contribuyen a aumentar los ingresos, vía impuestos y congelar el déficit jubilatorio.

-¿No es bueno haber congelado las tarifas?

-Yo veo conveniente dar una estrategia agresiva de desindexación de la economía. De hecho, se lo propusimos al anterior presidente. Desindexar y acordar precios. Se dijo que eso no se podía hacer, que el mercado, que etcétera. Nosotros creemos que sí, que eso se puede hacer. Con poder político, con liderazgo. Y, en ese sentido, el intento de Alberto Fernández de desindexar la economía, creo que hay que apoyarlo. Ahora, los instrumentos son los que están en discusión. Congelar tarifas me parece bien en la energía en particular, en el gas, en la energía eléctrica. Según los casos y las provincias, en el agua. Pero debe ser de manera tal de que sean las propias empresas prestatarias las que aguanten esos 180 días y no que tenga que ser con subsidio estatal. Lo que veo, como se está haciendo, es que las empresas de gas y eléctricas, van a pedir al Gobierno que las subsidie y las compense.

-Las empresas tendrían que absorber estos 180 días.

-Exactamente. Pero debería hacérselo cumplir el gobierno. El punto es que las empresas, luego las subsidian, como ellas piden, en forma directa o indirecta. No le pagan a Cammesa [la empresa administradora del mercado mayorista eléctrico, que no tiene fines de lucro] y luego le refinancian la deuda a tasas de interés bajísimas, que se licúan con la próxima inflación. Finalmente, todo el resto de los argentinos productivos, que pagan impuestos, subsidian esa situación.

-En medio de esto aparece Lacalle Pou, “tentando” a 100 mil argentinos, “cagadores argentinos” los llamó el ex presidente Mujica.

-Es probable que Lacalle Pou esté tratando de llevar argentinos, de hecho, hay muchos en Uruguay invirtiendo, desde hace 20, 30 años. Pero me parece que tenemos que ver qué queremos hacer nosotros. Necesitamos que la economía crezca, inversión. Y para eso el gobierno tiene que tener mucha credibilidad, de que no va a cambiar los contratos, de que no va a ir por el dinero de los privados, de que va a generar seguridad jurídica. Y construir un Estado inteligente. Hay provincias que han tenido superávit fiscal gracias al 15% que le devolvió Macri y sin embargo tienen sus hospitales hechos polvo, su educación pública hecha polvo. Ese es un Estado bobo.

-¿Era necesario un plan contra el hambre? ¿O, como dijo Pichetto, los curas agitaron el tema del hambre?

-Yo creo que en la Argentina hay un sector de la población, indigente, que pasa hambre. Objetivamente, hace muchos años que pasa esto. La inflación le hace daño a los sectores de ingresos fijos bajos. Una realidad que desde luego, hay que mitigar. Y si es la tarjeta alimentaria, en buena hora. Pero la salida es el shock capitalista, no una tarjeta alimentaria.

– El Presidente lo viene de criticar, que se endeudó como gobernador, puso de ejemplo a Mendoza, que aplicó la cláusula gatillo.

-La cláusula gatillo la dieron, de las 24 jurisdicciones, 19 o 20. Es obvio que después de una inflación de más del 50%, la cláusula gatillo ha afectado a las provincias que no estaban bien en sus recursos fiscales. De hecho, hay 10 que han sido asistidas o están en vías, con adelanto de coparticipación. No es el caso de Mendoza, así que no sé por qué él incluye eso. Con el diario del lunes, hoy, ha sido un error haber dado la cláusula gatillo.

-Pero ahora parece que los gremios están dispuestos a cerrar sin cláusula gatillo.

-Bueno, es lo que se informa. Espero que en mi provincia también. Porque en Mendoza los gremios no quieren salir de la cláusula gatillo, como los gremios nacionales.

-Usted fue ministro de Seguridad de Mendoza, antes de ser gobernador. ¿Dónde se para en la polémica entre Berni y Frederic?

-Yo creo que las señales que da el Gobierno nacional en materia de seguridad, a través de su ministra, son negativas para la Argentina. Creo que no sólo (Patricia) Bullrich, sino Bullrich con las provincias trabajó bastante bien en materia de narcotráfico, se han dado golpes importantes a las organizaciones criminales. En seguridad, los indicadores de la Argentina han mejorado sustancialmente en los últimos 4 años, en casi todos los lugares. Y las señales que da la ministra, son justamente lo contrario. Son señales todas ideológicas, no son prácticas. Retrotraen a las teorías ultra garantistas o abolicionistas, que finalmente protegen al victimario y no a la víctima. Es un gran retroceso.

-¿Qué opina del recorte de coparticipación a la Ciudad?

-Bueno, no está muy claro el proyecto, están negociando. La Nación debería dar todo el tiempo más recursos a las 24 jurisdicciones, no tratar de sacarles. Lo digo para todas, para la Ciudad también.

-¿Pero es injusto que reciba el 3,5%? ¿Cuánto recibe Mendoza?

-El 4%.

-¿Con cuántos habitantes?

-Con 2 millones y algo.

-Es el quinto distrito. La Ciudad es el cuarto.

-Exactamente. A ver, no hay nada más injusto que la Provincia de Buenos Aires, por cantidad de habitantes y le sigue Mendoza, por distribución per cápita. La distribución de la coparticipación no es justa en general. Su reformulación requiere que ponga plata la Nación, no que se le saque a una provincia para darle a otras. En el caso de Ciudad, que es lo que estás preguntando, algunas provincias administradas por el peronismo alientan que se le saque, lo veo como un revanchismo, porque lo que se le recorta va a rentas generales, no al resto. Y, además, paradójicamente, se quedan callados cuando benefician a la Ciudad de Buenos Aires y al conurbano bonaerense absorbiendo las empresas Aysa y Edenor y Edesur, en la órbita nacional. Cuando la provincia de Córdoba, de Entre Ríos, de Jujuy o de Corrientes o de San Luis, mantienen su sistema energético y el de aguas. En el caso de Edenor y Edesur y Aysa, lo sostiene el Estado nacional.

Un radical crítico, que se diferenció de Macri

Alfredo Cornejo podría haber firmado la crónica de la derrota anunciada de Juntos por el Cambio en octubre. Sin eco abogó el año pasado por ampliar la coalición, y pidió no descartar que “Macri no sea candidato”, buscando torcer el rumbo de las cosas. En Mendoza, logró imponer a Rodolfo Suárez como su sucesor en la gobernación el último domingo de setiembre, en elecciones convenientemente desdobladas donde se despegó del Gobierno nacional y de la figura de Macri, con imagen en franca caída.

“No hay chance de un liderazgo único, no la hay”, insiste Cornejo cuando se le pregunta por el futuro de Juntos por el Cambio y el rol de Macri.

Cornejo confiesa que extraña la adrenalina de la tarea ejecutiva, y contrasta que solo un año ocupó una banca de diputado, mientras que durante 8 fue intendente, más su mandato como gobernador, además de cargos en el gabinete de la provincia. Al Congreso llegó con ímpetu de disputarle la jefatura de la bancada al cordobés Mario Negri. La pulseada la ganó Negri, pero Cornejo sigue al frente de la UCR nacional por otro período, y tiene la vicepresidencia 3ra de la Cámara de Diputados. Tanto se tensó la cuerda que se habló de ruptura, pero todo se encarriló.

“Si nos mantenemos unidos es mucho más fácil tener alternancia, si nos dividimos, le hacemos el juego a la coalición peronista gobernante y se quedan por 12 años más”, advierte el mendocino. “Todas las decisiones que tomemos, que sean estratégicas, deben ser en unidad”, sienta posición. Y allí dice que la conducción de la oposición debe ser “colegiada”. Da su lista: Horacio Rodríguez Larreta, Martín Losteau, los tres gobernadores radicales, María Eugenia Vidal “que si bien perdió, es una figura que tiene prestigio y la necesitamos. Desde luego, la Coalición Cívica y Lilita, y, ¿por qué no?, el ex presidente Macri”.

Ante el debate que volverá sobre el aborto legal, dice que hay que despenalizar, pero pide avanzar en el tema “con consenso”. “Una consulta popular sería la salida”, afirma.

Cornejo tuvo un rol relevante en “el radicalismo K”, cuando su jefe político, Julio Cobos, fue en 2007 de vice de Cristina en la “Concertación Plural” que pergeñaron Néstor Kirchner y el hoy presidente Alberto Fernández. ¿Le quedó vínculo con Alberto? Afirma que “hay mucho mito”, que todo duró poco: “A los tres meses (a Cobos) no le atendían el teléfono”. Contó que él pudo haber desembarcado con Alberto en la jefatura de Gabinete pero se quedó en Godoy Cruz como intendente, paso clave para su llegada a la gobernación.

Itinerario

Alfredo Víctor Cornejo Neila es el presidente del Comité Nacional de la UCR desde 2017. Fue gobernador de Mendoza (2015-2019) y desde el 10 de diciembre es diputado nacional por segunda vez, y vicepresidente 3ro de la Cámara baja. En su provincia fue además ministro de Gobierno (2003-05), ministro de Justicia y Seguridad (2005), e intendente de Godoy Cruz por dos períodos (2007-2015). Es licenciado en Ciencia Política y Administración, por la Universidad Nacional de Cuyo. En 2019, Cornejo impulsó al intendente de Mendoza Rodolfo Suárez, para su sucesión. Suárez retuvo la provincia por 15 puntos de diferencia.

Al toque

Un proyecto.

Que el Estado argentino se transforme en inteligente y pueda brindar igualdad de oportunidades. Que nuestra economía crezca, genuina y sostenidamente.

Un desafío.

Participar activamente de ese proyecto

Un sueño.

Que la Argentina se convierta en un país normal, serio y previsible.

Un líder.

Raúl Alfonsín

Un prócer.

Sarmiento

Una comida.

El bife de chorizo

Una bebida.

Vino tinto de Mendoza

Una persona que admire.

Las que se reponen de grandes adversidades. Hay muchos ejemplos, como María Luján Rey o las Madres del Dolor

Una sociedad que admire.

La española. Es notable su mejoría en los últimos 30 años.

Un recuerdo.

Mis hijos cuando eran niños. Tienen 31 y 26.

Un placer.

Jugar al fútbol con amigos

Una película.

El secreto de sus ojos

Una serie.

Breaking Bad

Un libro.

“De animales a dioses”, de Yuval Noah Harari.

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Fuente

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