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Desde Israel, adonde viajó para acompañar al Presidente, el gobernador Axel Kicillof se refirió a la negociación con los bonistas de la Provincia, 24 horas después de que se conociera la decisión de estirar hasta el 31 de enero el plazo para saber si al menos el 75 por ciento de los acreedores aceptará el pedido de diferimiento de deuda solicitado por la gobernación por un vencimiento de US$ 250 millones.
El mandatario bonaerense se mostró optimista con la negociación que pretende postergar el pago hasta mayo. «Hay bonistas que ya aceptaron la propuesta de la Provincia, pero hay otros con los que veníamos dialogando la posibilidad de extender el plazo de forma tal que se decidió dar ese paso”, sostuvo en declaraciones a medios nacionales. Espera que para ese entonces el Gobierno reestructurado su deuda con el FMI y los acreedores privados.
Sea cual sea la respuesta de los bonistas, habrá un período de gracia hasta el 5 de enero, en el que las estrategias podrían modificarse.
Kicillof no dio precisiones sobre el porcentaje de bonistas que habrían aceptado la oferta de diferimiento. «Esperemos que lo antes posible podamos tener una oferta aceptada», se entusiasmó. El gobernador considera que la extensión del plazo del bono BP21 que originalmente vencía el 26 de enero, es un gesto de buena fe y que fue un pedido de un sector de los acreedores.
El gobernador señaló que, a pesar de los rumores de cortocircuitos con la Casa Rosada y de que el Ejecutivo nacional no asistirá por ahora a la Provincia, la táctica para la renegociación está coordinada con el Presidente. “Es una estrategia en consonancia con la nacional y con los principios del Gobierno. Se está pidiendo exclusivamente que se posponga el vencimiento al 1 de mayo cuando esté más afincado el Gobierno», sostuvo en el lobby del hotel King David.
Cerca del mandatario bonaerense desmienten que la invitación del Presidente a Israel haya sido pensada para enviar un mensaje de unidad política a los mercados. En cualquier caso, en la comitiva oficial destacaron que Alberto Fernández y Kicillof desayunaron juntos y que la discusión sobre la deuda estuvo entre los temas de discusión.
A kilómetros de distancia, en La Plata, desmienten que la ausencia del gobernador, en una semana crítica, haya complicado las negociaciones. Afirman que intercambió mensajes con su colaboradores a toda hora, incluso arriba del avión.
Kicillof, al igual que el ministro de Economía nacional, Martín Guzmán, contrató investigadores para dilucidar quiénes son los tenedores de la deuda bonaerense, en un mercado que consideran chico pero muy dinámico. “Venimos hablando con todos los bonistas que se presentan. La mayoría son extranjeros o trabajan en Nueva York”, dijo para desmentir los dichos de un acreedor -reproducidos en La Nación– que calificaba la oferta bonaerense com “un 4 de copas”. Calculan que el porcentaje de bonistas identificados roza el 80 por ciento.
En la Provincia comparan la negociación con un juego de ajedrez. “No es una partida, son miles simultáneas”, insistieron. Además, califican la oferta de diferimiento -sin quita de intereses ni capital- como “poco audaz”.
Cerca del gobernador evitan hablar de las posibilidades de default, pero insisten en que las consecuencias de la cesación de pagos podría tener efectos políticos imprevisibles y afectar incluso la cotización de los bonos de los países emergentes.
Ante los periodistas, Kicillof destacó que su administración se movió a toda velocidad en un escenario urgente. Aseguró que el mercado comprende la situación. “Es un proceso complejo y delicado, tan complejo y delicado como tener el primer año de gobierno vencimientos por casi USD 3.000 millones”, disparó en una nueva diatriba contra la administración de María Eugenia Vidal. En la Provincia recuerdan que, a diferencia de Daniel Scioli (quien emitió originalmente el bono), la referente de Cambiemos tenía el 82% de su deuda en dólares y que dejó una deuda de US$ 9 mil millones a pagar en 4 años.
En la gobernación aseguran que algunos dirigentes de la flamante oposición llamaron a Kicillof para ponerse a su disposición, en un momento delicado.
El atraso en materia de coparticipación y los cambios que licuaron parte de su reforma impositiva tampoco preocupan al gobernador. Argumentan que parte de los recursos nacionales se compensarán con planes nacionales como la tarjeta alimentaria y de obra pública tendrán un fuerte impacto en la Provincia.
Enviado Especial a Jerusalén
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