El Juzgado de Niñez, Juventud Violencia Familiar y Penal Juvenil de Bell Ville, a cargo de la Jueza Noelia Azcona, otorgó la adopción plena de una niña de 3 años de edad a una mujer, generando otro precedente dentro del concepto de familia monoparental.
La mujer había solicitado la guarda con fines de adopción y la justicia se la concedió en julio de 2021. Durante ocho meses desarrollaron lazos afectivos, por lo que la madre adoptante pidió la adopción plena de la niña el 28 de marzo de este año.
De acuerdo al informe presentado por el equipo técnico, en la familia adoptante se observó un “clima de amabilidad y satisfacción” con la incorporación de la niña, y remarcan que su proceso de adaptación “fue consolidándose de manera progresiva y sostenida, sin evidenciar dificultades, se ha mostrado más afianzada en la interacción con todo el grupo familiar”.
Luego de conocer los resultados de las diferentes pruebas ordenadas, la jueza Azcona tomó la decisión por entender que la mujer cumplía «con los requisitos necesarios para adoptar, por lo que autorizó legalmente la afirmación plena de esta filiación”.
La magistrada elaboró un texto en lenguaje sencillo destinado a la niña, para que le sea entregado cuando ella tenga edad suficiente para saber leer, o bien le sea leído si ella lo pide antes. En el texto, explica a la niña que su madre adoptiva conoce los detalles de su vida desde el momento del nacimiento.
“Cuando quieras saberlos o tengas dudas vas a poder preguntárselos y ella te va a responder. También quiero que sepas que aquí en el juzgado, estamos disponibles para cualquier consulta que tengas. Tus papeles están guardados acá para que los consultes cuando quieras”, agrega la comunicación.
La sentencia además hizo lugar a una petición de la madre adoptante y, en consecuencia, se le agregó un segundo nombre a la niña. Azcona fundamentó su decisión al afirmar que “la modificación no cambia la identidad de la niña; sino que, por el contrario, la refuerza, ya que tendrá su primer nombre elegido por su progenitora biológica y el segundo, por su madre adoptiva.