Este jueves fue sorprendido un agente del Servicio Penitenciario de Córdoba intentando ingresar cocaína y 20 celulares al penal de Bouwer.
El guardia cárcel, cuya identidad fue preservada, llevaba más de 30 gramos de cocaína.
Los propios compañeros del trabajador penitenciario fueron quienes lo descubrieron y dieron aviso a la justicia.
Si bien aún está en investigación, los teléfonos irían destinados al funcionamiento de un call center tumbero. A través de teléfonos que ingresan de manera clandestina en las cárceles de Córdoba, los internos cometen todo tipo de estafas a partir de diversas modalidades del cuento del tío y a víctimas de todo el país.
La investigación está a cargo del fiscal de Delitos Complejos de Córdoba, Enrique Gavie y del fuero antinarcóticos. Ahora, buscan saber quiénes son los presos que recibirían la mercancía. Según se pudo conocer un celular de gama media se vende a entre 150 mil y 200 mil pesos dentro de la cárcel. De esta forma, si el carcelero hubiera logrado el supuesto cometido podría haber recaudado entre tres y cuatro millones de pesos.