Cómo es el museo del Holocausto que va a visitar Alberto Fernández en Jerusalén

«Ustedes también deben ser fuertes y pacientes. Algún día todo esto llegará al final… Escribo esto en caso de que no sobreviva, pero tengo el sentimiento de que vamos a vernos otra vez». Regina Kandt escribió estas palabras en su última carta a su marido Maximilian y su hijo Rudy, antes de ser deportada desde Belgrado hacia su muerte, junto a su nieto Sasha y su nuera Eva.

Como ella, muchos otros judíos dejaron cartas a sus familiares antes de subirse a los trenes que los llevaban a los campos de exterminio nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El museo Yad Vashem, en Jerusalén, que recuerda al Holocausto, exhibe varios de estos manuscritos, con el fin de mantener viva la memoria sobre los crímenes del régimen de Adolf Hitler. Ese lugar visitará este jueves el presidente Alberto Fernández, para participar del Foro Internacional de Líderes en Conmemoración del Holocausto y la Lucha contra el Antisemitismo.

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Recorrer el sitio lleva más de dos horas y entre los lugares por ver se encuentra por ejemplo la Sala del Recuerdo, creada en 1961, que es el principal monumento de Yad Vashem, situado en el corazón mismo del campus.

En el interior se encuentra la llama eterna, en la forma de un cáliz roto de bronce que arde sobre el piso de piedra en el que están inscriptos los 22 lugares de exterminio nazis —campos de exterminio y concentración, y campos de tránsito— distribuidos por toda Europa. Esta construcción recuerda los seis millones de judíos que fueron asesinados en el Holocausto.

En este salón se llevan a cabo las ceremonias y los acontecimientos conmemorativos con los líderes mundiales y los funcionarios extranjeros en visita oficial, donde se les invita a encender la llama y depositar una corona de flores en memoria de las víctimas.

La llama eterna arde al lado de una cripta que contiene las cenizas, llevadas a Israel desde los campos de exterminio, de víctimas del Holocausto.​

Otro lugar emblemático es la Sala de los Nombres con un monumento dedicado a todas las víctimas judías que murieron en el Holocausto. Es un salón de forma circular y los nombres están recopilados a través de «Páginas de testimonio», conteniendo breves biografías de cada una de los millones de víctimas del Holocausto, sobre la base de un proyecto especial llamado «Para cada ser humano, un nombre».

Allí por ejemplo se encuentra la carta de Regina Kandt escrita a su marido justo antes de ser deportada. Más de 2 millones de estas hojas están guardadas en el depósito circular que circunvala la sala, con un lugar para un total de seis millones.

Fernández además de recorrer el museo tiene previsto mantener un encuentro bilateral con su par israelí, Reuven Rivlin, y es muy posible que se reúna a solas con el mandatario ruso, Vladimir Putin​, quien pasará por el foro apenas unas horas.

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Fernández estará acompañado por la primera dama, Fabiola Yáñez; el canciller Felipe Solá; el designado embajador en Tel Aviv, Sergio Urribarri; el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof; el vocero presidencial, Juan Pablo Biondi; y el diputado nacional Eduardo Valdés.

Esta gira por Israel marcará también el regreso de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner al ejercicio del Poder Ejecutivo hasta el sábado, cuando está previsto el regreso del jefe del Estado.