https://images.clarin.com/2020/07/07/axel-kicillof-y-gines-gonzalez___-NLgs9Ie4_1200x630__1.jpg
Axel Kicillof se reunió este jueves en la su despacho en La Plata con el ministro de Salud Ginés González García. No solo revisaron los índices sanitarios, como el nivel de camas de terapia intensiva ocupados. “También analizaron las cosas qué hay que profundizar post 17 si finalmente se da la flexibilización que esperamos”, manifestaron cerca del gobernador. En otras palabras, Kicillof aspira -como el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta– a reabrir comercios cuando finalice esta etapa del aislamiento.
A pesar de los dichos del ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán, que en declaraciones a Radio Con Vos había sugerido que una apertura del AMBA podría provocar estallidos en Córdoba y Rosario; el gobernador pretende volver a normalizar la actividad económica en el Gran Buenos Aires, que obligó al cierre de 300 mil comercios con el endurecimiento del aislamiento.
En compañía de su jefe de Gabinete Carlos Bianco y de Gollán, Kicillof repasó con el ministro de Salud nacional la necesidad de reforzar los operativos de control de movilidad para evitar que los contagios se propaguen entre diferentes municipios de la Provincia. Además, pretenden reforzar los mecanismos de telemedicina para seguir a más contactos estrechos de los contagiados; fortalecer los operativos de aislamiento e incorporar más tests rápidos para mejorar la velocidad de los resultados.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, anuncia medidas impositivas y crediticias complementarias a las de la Nación para asistir a pymes y comercios afectados en su actividad por la pandemia de coronavirus.
“Junto al ministro de Salud repasamos la situación epidemiológica de la provincia y avanzamos en el trabajo de cara a la próxima fase”, explicitó Kicillof en Twitter.
«Hasta ahora lo venimos logrando, el sistema da respuesta perfecta, no hay nadie que se quede sin atención médica, que es lo que quisimos desde el primer día, que todos sean correctamente atendidos y que el impacto, que siempre hay, no sea tan duro como en otros países”, destacó González García al concluir la reunión.
Cerca del gobernador confirman que la idea es abrir todo lo que estaba habilitado, entre comercios e industrias. Aunque es improbable, todavía no descartan del todo la apertura de gimnasios y restaurantes. “No hay una decisión tomada”, se limitan a decir. Queda por ver si todo en todo el AMBA se definirán los mismos criterios.
Del otro lado de la General Paz, el ministro de Desarrollo Económico José Luis Giusti mantuvo este martes una reunión con la cámara de Gimnasios, que ya trabaja en un protocolo de apertura que incluiría clases en espacios abiertos y públicos. En la Ciudad insisten en que es necesario proyectar un escenario de futuro. “La economía es una ciencia de expectativas”, repiten en el gabinete de Larreta.
Una porción grande de los intendentes del Conurbano confía en que las aperturas serán más veloces. “Los comerciantes no dan más, algunos lloran literalmente”, sostuvo un alcalde opositor de buen diálogo con Kicillof y el presidente Alberto Fernández. Señalan, en la misma línea que Larreta que es necesario seguir adelante. “Con prueba y error tenemos que ir avanzando. Hay que mostrar una esperanza. Esto es el silencio del cementerio. Hay que asumir el riesgo y ver qué pasa. Empieza a ser dramático ”, describen.
Los jefes comunales pretenden regular con protocolos no solo la oferta de los comerciantes, sino también la demanda de quienes vayan a comprar. “Aunque sea por DNI e imposible de controlar, muchos se autoregularían”, sostienen.
Los intendentes coinciden con el gobernador en una mirada: los resultados de los testeos deben acelerarse. Algunos chequeos demoran hasta 5 días y obligan a aislar casos, que finalmente se comprueban negativos.
En la Provincia, además, no descartan hacerse cargo de la administración de los centros de aislamiento municipales. Trabajan en el armado de un software para conocer la ocupación de los mismos. Algunos alcaldes ya tienen los propios. Está en estudio la posibilidad de poder derivar pacientes infectados con Covid-19 de un municipio del conurbano a otro. Se pagaría 2 mil pesos por enfermo. Los alcaldes quieren tener la certeza de que la Provincia se hará cargo de los costos de mantener a cada uno de los contagiados.
La cuarentena estricta de 17 días obligará a los intendentes a pedir más dinero a la Provincia. La recaudación volvió a desmoronarse. Kicillof cubrió las necesidades de los intendentes entre abril y mayo.
En la Ciudad, el ministro de Desarrollo económico continúa con reuniones con cámaras empresarias que agrupan a algunos de los 10 mil comercios cerrados desde el 20 marzo. Ya desfilaron por el despacho de Giusti desde el inicio de la cuarentena representantes de Federación de Comercio e Industria de la Ciudad, la Cámara y el gremio de la Construcción, la cámara de desarrolladores inmobiliarios, representantes de los shoppings y los presidentes de las comunas.
Esos reclamos en la Provincia llegan al ministerio de Producción que encabeza Augusto Costa, también vía intendentes. Sin embargo, los encargados de las áreas productiva bonaerense y porteña no dialogan entre sí. El vínculo se limita al del gobernador con el jefe de Gobierno y al de sus respectivos funcionarios de Salud, Transporte y Seguridad.
Larreta revisará entre el jueves y el sábado los números de la Ciudad para analizar posibles aperturas. Kicillof parece no estar tan alejado.
[ad_2]
Fuente