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Más allá de la intensa actividad que mantuvo en Israel, el Presidente de la Nación estuvo conectado a toda hora con Buenos Aires: “Alberto está todo el día acá”, contó a Clarín un funcionario que recibió decenas de WhatsApp de Alberto Ángel Fernández desde el martes pasado hasta ese viernes, cuando la acotada delegación argentina inició el retorno de Jerusalén a la Argentina, con escala en Roma.
El principal contacto de Alberto fue con Santiago Cafiero, su jefe de Gabinete, quien concentró en su agenda muchas de las acciones que son potestad del Presidente. Más allá de la expectativa que generó con volver a ejercer el cargo de jefa de Estado, Cristina Kirchner no pisó la Casa Rosada, no firmó decreto alguno, estuvo en el Instituto Patria, visitó el Senado y pasó muchas horas en su domicilio particular, de Juncal y Uruguay, en la Recoleta porteña. Perfil bajo y línea de no aparecer en nada que sea del dominio de su amigo Fernández.
Pero la ex mandataria estuvo alertada de los temas centrales que dominó el hijo de Juan Pablo Cafiero y habló con Eduardo «Wado» De Pedro, ministro del Interior y hombre de su confianza.
Por eso, Cafiero pisó el acelerador y encabezó reuniones múltiples, recibió a diplomáticos y aceitó aún más su vínculo con “Wado” De Pedro: el ministro del Interior es quien atiende los reclamos de los mandatarios provinciales y por eso, entre ambos hicieron “el clearing de pedidos en el rubro gobernadores”.
El Gabinete económico, que cada miércoles encabeza el jefe de Gabinete y de la que nunca participó Alberto, funcionó completo: ese día, Miguel Pesce (BCRA), Alejandro Vanoli (ANSES) y Marcó del Pont (AFIP) se reunieron alrededor de la misma mesa con los ministros Martín Guzmán, Claudio Moroni y Matías Kulfas. También en materia económica, Cafiero vio a Cecilia Todesca (su vicejefa) y a Raúl Rigo, el secretario de Hacienda, para hablar de recaudación y compromisos varios.
Es que Cafiero es el responsable en la administración nacional del seguimiento de la recaudación, del seguimiento de los precios (fundamentalmente supermercados) y el control de la caja diaria, lo que fue una verdadera obsesión durante la gestión presidencial de Néstor Kirchner.
El jefe de Gabinete se sorprendió con la cantidad de gente que se bajó la aplicación de «Precios Cuidados»: en Android, fueron 150 mil las descargas.
En lo político, el jefe de Gabinete de Alberto estuvo chateando mucho con Sergio Massa y Máximo Kirchner, presidente y el jefe de bloque de diputados del Frente de Todos -respectivamente- y también participó de una caminata organizada por AySA, junto al ministro Gabriel Katopodis y Malena Galmarini, titular de la empresa de agua y saneamientos públicos.
Luego de esa recorrida, Cafiero recibió a Alicia Kirchner (gobernadora de Santa Cruz) y antes, había sido el turno de Oscar Herrera Ahuad, mandatario de Misiones. “Todos los que vienen acá, vienen por lo mismo: necesitan plata. Sea en contante y sonante, para cubrir sus baches, o en obras, las que hasta el momento, no les puede soltar Katopodis porque no hay un mango”, razona un funcionario bien informado.
Además de ver a Susana Trimarco, quien le presentó el trabajo de su fundación, Cafiero recibió al embajador de Japón y al representante de la OIT, la Organización Internacional del Trabajo. Pero además, mantuvo dos citas de volumen: una, la visita de Enrique “Pepe” Albistur, el empresario amigo de Alberto, casi un “asesor sin cartera”, al que muchos adjudican la autoría intelectual del despido de Federico Martelli, quien hasta esta semana fue jefe de Gabinete del Ministerio de Energía, como publicó en primicia Clarín. Martelli había sido rival interno en La Plata de la esposa de Albistur, en la pelea por la intendencia, que quedó en manos del macrista Julio Garro.
Ya este sábado, con el regreso de Alberto Fernández al país, Cafiero «normalizará» un poco su andar político: por lo pronto, asistirá a la llegada del buque escuela Fragata Libertad a Mar del Plata: allí, presenciará cómo 9 padres (marinos) conocerán por primera vez a sus hijos, tras 5 meses de travesía en el mar.
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