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Un día después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el gobernador Axel Kicillof acordaran, en Olivos y frente a la mirada del presidente Alberto Fernández, que que no habrá nuevas excepciones a la cuarentena; la puja entre los dos distritos se trasladó a la Casa Rosada. La Provincia insiste en eliminar el flujo de trabajadores no esenciales entre los distritos. En la Ciudad coinciden, pero destacan que la apertura de comercios prácticamente no aumentó el tránsito y que mayores controles podrían perjudicar el tránsito de trabajadores de la salud y seguridad, entre otros.
El jefe de Gabinete Santiago Cafiero encabezó desde las 18.30 la reunión en el Salón de las Mujeres de la Casa Rosada que contó con la presencia de espadas técnicas y políticas de los tres gobiernos; acudieron los ministros de Seguridad, Salud, Transporte y de los tres gobiernos. Mientras promediaba la reunión se conoció el parte vespertino del ministerio de Salud. En apenas 24 horas se pasó de 474 contagiados a 648.
Este viernes, el Presidente mantendrá una reunión con infectólogos en Olivos. La cuarentena no se flexibilizará más en el área metropolitana y se intensificarán los controles en el transporte. Además, se profundizará el trabajo conjunto en los asentamientos. El jefe de Estado oficializaría las medidas el sábado; acompañado por el gobernador y el jefe de Gobierno.
“La idea es desalentar todo tipo de trabajo no esencial”, afirmaron cerca de Cafiero. Eso no significa que deberán cerrar los comercios de la Capital pero sí bajaría la asistencia de los trabajadores que viven en el Conurbano.
El Gobierno avanza en un reempadronamiento de los 5 millones de certificados únicos de circulación que hay en todo el país. En el AMBA son más de dos millones. Los habilitados deberán circular con un código QR que será controlado por las fuerzas de seguridad y de tránsito.
Larreta y Kicillof, que estuvieron ausentes en la Rosada, están de acuerdo en el diagnóstico: es necesario restringir el tránsito vehicular, que se relajó en los últimos días.
Sin embargo, las diferencias sobrevienen sobre cómo implementarán las medidas. El jefe de Gobierno teme que el aumento de controles en las autopistas y accesos complique el flujo del personal esencial; en especial el de las fuerzas de seguridad y sanitario.
Además, se incrementará la presencia de los tres gobiernos en villas de emergencia y asentamientos con testeos, asistencia y entrega de lavandina y alcohol.
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