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El presidente Alberto Fernández confirmó a las empresas petroleras que enviará al Congreso una nueva ley de hidrocarburos, que buscará modificar durante las sesiones extraordinarias la última reforma de 2014. La iniciativa abarcará a la producción de combustibles convencionales y no convencionales, con el objetivo de “potenciar la cadena de valor, la creación de puestos de trabajo y las exportaciones”, según quedará redactado en el proyecto.
Desde el gobierno no dieron precisiones del contenido del proyecto, dado que todavía no se terminó de delinear y posiblemente tenga modificaciones durante su tratamiento legislativo. Sin embargo, fuentes de la industria anticiparon que la iniciativa incluiría garantía de acceso a los dólares, beneficios impositivos para la repatriación de dividendos, amortización acelerada del capital y la posibilidad de poder resguardar los fondos en un fideicomiso en el exterior.
Como preámbulo del envió del proyecto, el presidente Alberto Fernández, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y el secretario de Energía, Sergio Lanziani, se reunieron el jueves con CEOs de productoras y refinadoras a las que se les pidió un esfuerzo, tanto en mantener los precios de los combustibles como los puestos de trabajo, hasta tanto se debata el nuevo marco regulatorio.
Sobre el tema empleo hubo este viernes una reunión con los gremios del sector en la sede del Ministerio de Trabajo, con la presencia del titular de la cartera, Claudio Moroni, para evitar los despidos en Vaca Muerta y que se frene la actividad. Se acordó una reunión entre la pata patronal y el sindicato para el lunes, anticipándose a la fecha en que cae la conciliación obligatoria.
Empresarios
Las petroleras reclaman por un atraso en los precios de combustibles del orden del 15 por ciento, pero desde al gobierno alertan sobre el impacto directo e indirecto de cada retoque de los precios sobre el resto de la economía. Por tal motivo, el gobierno decidió frenar el aumento que la estatal YPF tiene previsto para enero. “Nos dejó en claro que no se busca un congelamiento de precios del sector, ni por un semestre ni por un año. Lo que nos pidió es que consensuemos entre productoras de petróleo y refinadoras para que los aumentos no sean bruscos”, explicó a Página/12 el representante de una de las empresas presentes.
En el encuentro del jueves en Casa Rosada estuvieron presentes Daniel De Negris de ExxonMobil; Marcos Bulgheroni de Pan American Energy; Pablo Vera Pinto, CFO de Vista Oil&Gas; Germán Machi de Pluspetrol; Carlos Ormachea de Tecpetrol; Sean Rooney de Shell; Eric Dunning de Chevron; Carlos Seijo de Total; Manfred Böckmann de Wintershall Dea; y Hugo Eurnekian de Compañía General de Combustibles.
En el sector sostienen que es un mercado complejo para desdolarizar. Hay tres componentes que hacen al precio del combustible: el valor del barril de crudo, el tipo de cambio y la inflación. Los últimos dos factores son endógenos y, de controlarse, podrían mejorar el perfil del negocio. “No se puede tener una devaluación del 40 por ciento en un par de meses y que eso no se traslade a los precios”, se quejó un empresario. Durante la reunión también quedó claro que no hay espacio para subsidiar el precio del combustible. De contenerse la inflación y estabilizarse el tipo de cambio, algo que todavía parece lejano, podría tenerse un horizonte de certidumbre para el sector sobre la base de la cotización del barril.
La idea oficial es que productores y refinadoras consensúen una propuesta para actualizar de manera lógica los aumentos, mientras tanto se mantendrá el congelamiento. También les reiteró que se mantendrá por 180 días el congelamiento en las tarifas de gas y electricidad, pero les garantizó a los CEOs de las petroleras que en febrero se tratará en el Congreso la ley de hidrocarburos.
Trabajadores
“Todo tiene que ser en un contexto de paz social”, reiteraron los funcionarios tanto en la reunión con los empresarios como en la que se llevó a cabo este vienes con los gremios del sector. La frase tiene que ver con el conflicto que existe en Vaca Muerta, luego de despidos y suspensiones que totalizaron 1900 trabajadores afectados. El Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, luego prolongada en otra voluntaria, que vence la semana próxima. Moroni les adelantó la convocatoria para el lunes a una reunión con las empresas petroleras y los sindicatos para analizar la situación en Vaca Muerta, antes de llegar al fin de la conciliación, el próximo 28 de enero.
El secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, calificó de “muy positiva” la reunión que mantuvo con los ministros. Pereyra, que concurrió al encuentro junto a su par de Petroleros Jerárquicos, Manuel Arévalo, planteó la delicada situación que atraviesa el sector por falta de inversiones y denunció que, a pesar de haberse sometido a una conciliación voluntaria para encontrar una salida que permita la reactivación de la industria y el empleo, “no recibimos ni una llamada de parte de las empresas operadoras y de servicios”.
Estaba previsto una medida de fuerza que podría paralizar la producción en el área Vaca Muerta, lo que los ministros buscan destrabar, al tiempo de evitar despidos. “Planteamos que no vamos a tolerar despidos ni suspensiones y que se analice el tema del congelamiento de las tarifas de combustibles, que son clave para que no se frene la industria hidrocarburífera y establecer un sistema de retenciones móviles atadas al nivel de inversión de cada empresa: a mayor inversión menores retenciones”, reclamó el dirigente.
“Kulfas nos contó que ya empezaron a tomar algunas medidas destinadas al sector, como la posibilidad de girar divisas al exterior y además nos comunicaron que esperan que el nuevo marco normativo otorgue certezas para desarrollar la producción de gas y petróleo”, dijo Pereyra, quien confirmó su asistencia para este lunes.
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