POR LUCIANO BARRIGON
La sexta luna del Festival Nacional de Folklore de Cosquín 2025 estuvo marcada por la diversidad de estilos y la riqueza de propuestas artísticas. Desde el rescate emotivo de Los Nocheros hasta la explosiva presentación de La Delio Valdez, el escenario Atahualpa Yupanqui vibró con la fusión de géneros y el reconocimiento a nuevas formas de expresión dentro del folklore.
El público vivió una noche en la que pudo emocionarse con la icónica agrupación salteña, disfrutar del repertorio original de Luciana Jury y bailar chacareras tradicionales con Los Carabajal o nuevas composiciones de la banda Duratierra. La escena del baile también tuvo su momento innovador con parejas conformadas por dos mujeres (junto a Jury) y dos hombres (Visetti-Vera, ganadores del Pre Cosquín en Baile Estilizado).
Uno de los momentos más sorprendentes de la noche llegó cerca de las tres de la mañana, cuando La Delio Valdez subió por segunda vez al escenario mayor del folklore. Con apenas dos acordes de «La cancioncita», la Plaza Próspero Molina se puso de pie en un estallido de cumbia y celebración. El público, sin distinción de edades ni atuendos, bailó al ritmo de la orquesta, dejando atrás cualquier debate sobre los límites del folklore.
El grupo se dio el lujo de incorporar un bloque chamamecero junto a los Hermanos Núñez, con temas como «Entre amigos» y «Traguitos cortos», aportando un matiz distintivo a la presentación. El cierre fue una fiesta con la promesa de un pronto regreso.
Los Nocheros y un reencuentro emotivo
La noche había comenzado con la emotiva presentación de Los Nocheros, quienes recorrieron gran parte de su disco «Signos» en su 25º aniversario. Clásicos como «Un poquito de celos», «La atardecida» y «Cosa peligrosa» fueron coreados por una multitud entusiasta. La participación especial de Euge Quevedo, quien ya había estado en el festival junto a Facundo Toro, sumó un toque especial. «Otro sueño cumplido para mí, gracias Nocheros», expresó la cantante cordobesa.
La sexta luna de Cosquín demostró, una vez más, que la música folklórica sigue evolucionando y que el público está dispuesto a celebrar la diversidad de sonidos y propuestas que enriquecen el festival más importante del género.
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