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De mal humor
Máximo Carlos Kirchner está enojado. La frase la certifican fuentes del albertismo (si vale decir así al entorno del Presidente de la Nación), intendentes del conurbano que dialogan con el joven legislador -y miembros de la agrupación La Cámpora.
El enojo del titular del bloque de diputados del Frente de Todos comenzó tras la carta de Cristina Kirchner, donde el último 27 de octubre -aniversario de la muerte de Néstor Kirchner y a un año del triunfo electoral peronista- fijó posición -y distancia- del Gobierno nacional. Quienes hablan con él lo notan fastidioso con la marcha de la administración nacional, compartiendo las críticas de su madre. Pero también le suman un elemento: que se enteró del desalojo de la toma de Guernica cuando ya estaba sucediendo. Los destinatarios de ese momento de ira fueron el gobernador Axel Kicillof y el secretario de Seguridad Sergio Berni, quien puso la acción en el desalojo de las 120 hectáreas intrusadas del distrito bonaerense de Presidente Perón.
Funcionarios nacionales dicen que ese enojo cambió cuando fue invitado, este miércoles, por Alberto Ángel Fernández a la asunción de Luis Arce, el electo presidente de Bolivia. De todos modos, Máximo se excusó y desechó la invitación.
Máximo Kirchner en el acto que organizó La Corriente Peronista 13 de Abril en Florencio Varela.
Quienes trabajan con el diputado Kirchner niegan que esté de mal humor y dicen que no cambió nada de sus habituales conductas: perfil bajo y reuniones a full en la Cámara de Diputados. Ejemplo de eso, fue que el último lunes, por ejemplo, recibió a Iván Villagrán, intendente de Carmen de Areco. Pero en el seno del Frente de Todos, varios se molestaron cuando no habló en la sesión donde la Cámara baja dio media sanción al Presupuesto nacional. «¿Cómo no va defender el Presupuesto si es el presidente del bloque?», dijo uno de sus pares, vinculado al peronismo más tradicional. «Y más, con las fuertes partidas que se llevó para los organismos que conduce su gente, como Interior, Aerolíneas, ANSES y PAMI.
Otra vez, cerca de Máximo Kirchner, reivindican su compromiso con la gestión nacional diciendo que «nuestros funcionarios son relojitos: Wado -en Interior- está fenómeno con los gobernadores; Raverta se juntó con Alberto para anunciar la incorporación de un millón de chicos a la asignación universal y Luana Volnovich conduce el PAMI, en medio de la locura de la pandemia». El que se enoja, pierde…
Máximo Kirchner. Foto Marcelo Carroll
La casita propia
Otro efecto de la carta de Cristina lo ha causado sobre «los funcionarios que no funcionan», como supo escribir la actual vicepresidenta. Una de las apuntadas es María Eugenia Bielsa, la ministra de Hábitat (Vivienda), que es señalada hasta por pares del gobierno como que no ejecuta la totalidad de su presupuesto y que hasta mantiene dos secretarías vacantes.
Por eso, en la Casa Rosada esta semana se habló del inminente desembarco en dicho ministerio de Santiago «Cabezón» Maggiotti, intendente de Navarro e hijo de Santiago «Pichín» Maggiotti. «Dicen» que el hombre tiene experiencia en el rubro, tras su paso por trabajar en temas de arraigo y por su paso -en la provincia de Buenos Aires- por el PROMEBA, el programa de mejoramiento de barrios. La próxima llegada de un hombre de los intendentes a otro lugar oficial generará ruido en otras tribus, como por ejemplo en La Cámpora. Ay las internas…
María Eugenia Bielsa. Foto M. Nievas
Juntitos
Por el lado de la oposición, este miércoles se celebró el «Día del Amigo Desarrollista» donde se dio una foto verdaderamente opositora. De la mano de Rogelio Frigerio (nieto), se reunieron Horacio Rodríguez Larreta, María Eugenia Vidal y Martín Lousteau, además de Facundo Manes, Ricardo López Murphy y Margarita Stolbizer.
La cita tuvo lados emotivos como políticos: el primero, fue cuando Federico Frigerio (diputado de JxC por Tierra del Fuego y primo de Rogelio) le regaló a Larreta una foto de su padre Horacio junto a Rogelio Julio Frigerio, el ideólogo del MID y de Arturo Frondizi.
Acto desarrollista que reunió a Larreta, Lousteau, Vidal, Manes, López Murphy, Stolbizer y Frigerio
Otro momento emotivo fue el recuerdo de Larreta y Frigerio de que, de niños, se veían en la sede histórica del MID, ubicada en Ayacucho 49. A la hora de la política, se habló de la situación interna de Juntos por el Cambio y de la posibilidad de la suspensión de las PASO.
La foto llamó la atención a muchos, como la aparición en ese lugar de Margarita Stolbizer, quien completó su reaparición con una foto -al día siguiente- con el jefe de los diputados bonaerenses de la UCR (y candidato a presidir el partido provincial) Maximiliano Abad. Adelante, opositores, adelante sin cesar…
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