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El FMI se posiciona como un actor relevante a la hora de controlar los costos de la paralización de la economía, a través de la aprobación de facilidades financieras por fuera de los programas tradicionales. Esto podría implicar consecuencias directas para la Argentina gracias a los derechos especiales de giro (DEG), por los cuales el gobierno piensa que puede recibir unos 3 mil millones de dólares. Por ahora, en lo concreto, el organismo anunció la implementación de un sistema de facilidades crediticias para los países de menores ingresos, ubicados mayormente en Africa, pero también anticipó que va a considerar la situación de los paíases que sufran «escasez de divisas» y es probable que se decida ampliar los derechos especiales de giro, una herramienta utilizada en la crisis subprime de 2008/2009. En aquel momento, Argentina recibió 2500 millones.
Las últimas conversaciones entre el equipo económico argentino, liderado por el ministro de Economía, Martín Guzmán, y las autoridades del Fondo se centraron sobre cómo el organismo podría contribuir a aliviar la fuerte tensión de las cuentas externas que enfrenta el país, ya que la renegociación de la deuda quedó atravesada por la crisis de la pandemia y la situación financiera empeoró a causa de la brutal salida de capitales desde los países emergentes hacia plazas más seguras. En este contexto, los DEG podrían funcionar como un instrumento útil para el gobierno nacional.
“Estamos en una situación sin precedentes, donde una pandemia a nivel mundial se ha convertido en una crisis económica y financiera. Con una interrupción repentina de la actividad económica, la producción mundial se contraerá en 2020. Los países miembros ya han tomado medidas extraordinarias para salvar vidas y salvaguardar la actividad económica. Pero se necesita más. Se debe dar prioridad al apoyo fiscal dirigido a hogares y empresas vulnerables para acelerar y fortalecer la recuperación en 2021″, indicaron en un comunicado que firmaron de manera conjunta la presidenta del Comité Monetario y Financiero Internacional, Lesetja Kganyago, y la Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
El Fondo estableció una línea de Contención y Alivio para Catástrofes y reforzó su servicio de crédito rápido. Por otro lado, el FMI y el Banco Mundial pidieron de forma conjunta en un comunicado que los países industrializados “congelen el reembolso de deudas” para estas naciones que están en la base de la pirámide de ingresos. Se trata de un grupo de 76 países, de los cuales 39 están en Africa. «Aunque el mayor impacto en la salud ha sido en las economías avanzadas, los mercados emergentes y los países en desarrollo, los países de bajos ingresos se verán particularmente afectados por una combinación de crisis de salud, una reversión repentina de los flujos de capital y, para algunos, una fuerte caída en precios de los commodities. Muchos de estos países necesitan ayuda para fortalecer su respuesta a la crisis y restablecer el empleo y el crecimiento, dada la escasez de liquidez cambiaria en las economías de mercados emergentes y la elevada carga de la deuda», indicó el FMI.
«Como reflejo de los desafíos extraordinarios, el FMI ya ha tomado medidas para proporcionar alivio para el pago de la deuda de sus miembros más pobres bajo el Fideicomiso de Contención y Alivio para Catástrofes y se le ha pedido que fortalezca su respuesta a la crisis al mejorar el acceso a sus instalaciones de emergencia bajo el Servicio de Crédito Rápido e instrumento de financiamiento rápido», anunció el Fondo.
Más allá del apoyo puntual a los países más pobres, el Fondo repitió que «el organismo está listo para usar su capacidad financiera de un billón de dólares para apoyar a sus países miembros». «Estos temas serán discutidos por la Junta Ejecutiva del FMI en las próximas semanas con miras a aportar un sólido paquete de medidas para la consideración del Comité Monetario y Financiero en las Reuniones de Primavera. Nuestro objetivo común es hacer que la respuesta a la crisis del FMI sea aún más efectiva para ayudar a sus miembros a lograr una recuperación más rápida y más fuerte», indica el comunicado.
Además, el organismo comunicó que «más allá de sus servicios tradicionales de préstamos, el FMI explorará opciones adicionales para ayudar a los miembros que experimentan escasez de divisas». Esto último es un mensaje que puede ser de relevancia para la Argentina, que está en una posición de extrema debilidad en cuanto a la disponibilidad de dólares para afrontar el pago de la deuda externa, tanto como el FMI con los bonistas. Una de las medidas que podrían tomarse es la ampliación de los derechos especiales de giro (DEG), tal como sucedió en la crisis de 2008/09. Eso implicaría un ingreso neto de divisas al país que podría llegar a los 3 mil millones de dólares. El gobierno argentino viene negociando este punto con las autoridades del FMI. También se podría establecer un aumento de los créditos de corto plazo para los países miembro para salvar situación de escasez de divisas.
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