El gobierno nacional anunció este lunes la disolución de la Administración General de Ingresos Públicos (AFIP) y la creación de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), un nuevo organismo que, según la administración encabezada por Javier Milei, contará con una estructura «más simple, eficiente, menos costosa y menos burocrática».
La medida contempla un recorte significativo en la estructura de la entidad, con una reducción del 45% en las autoridades superiores y del 31% en los niveles inferiores. Además, se prevén 3.155 despidos de empleados que, según el comunicado oficial, ingresaron «de manera irregular» durante el gobierno anterior.
Como parte del proceso de reestructuración, se eliminará la Cuenta de Jerarquización, lo que implica una reducción de los salarios de los altos cargos del organismo. La titular del nuevo ente, cuyo salario actual ronda los 32 millones, percibirá una remuneración similar a la de un Ministro de la Nación, que se ubica en aproximadamente 4 millones. Asimismo, los directores de la Dirección General Impositiva (DGI) y la Dirección General de Aduanas (DGA), cuyos salarios actuales ascienden a 17 millones, verán sus ingresos reducidos a un nivel equiparable al de un Secretario de la Nación.
Las nuevas autoridades designadas son Florencia Misrahi, quien estará al frente de la ARCA, Andrés Gerardo Vázquez, como director de la DGI, y José Andrés Velis, que asumirá la titularidad de la DGA. Esta reestructuración forma parte de las políticas de ajuste y eficiencia promovidas por el gobierno para optimizar el gasto público.
