El octavo banderazo contra el Gobierno fue otra vez masivo y tuvo el foco en la Justicia

Con epicentro en la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fé y otras de las principales ciudades del interior, miles de personas participaron este domingo en todo el país del octavo banderazo contra el Gobierno nacional, la inseguridad, la situación económica y el fallo de la Corte sobre los traslados de jueces, bajo las consignas de “libertad, justicia y Constitución”.

La protesta en el Obelisco arrancó a las cinco de la tarde y reunió a miles de personas en la calle, muchas en autos, que recorrieron durante un par de horas seis cuadras de la avenida 9 de Julio. A las siete de la tarde, algunos manifestantes fueron hasta la Plaza de Mayo. Fue la primera marcha convocada luego del fin de la cuarentena en el AMBA, que dio lugar al Distanciamiento Social, Preventivo y Obligatorio (DiSPO).

“Basta de impunidad”, decía María, una señora que estaba acompañada por su esposo; mientras agitaban banderas argentinas, bajo un sol radiante, en la plaza que está frente al Obelisco. A su lado, Alfredo Murillas le contaba a Clarín que había marchado contra el “avance de Cristina en la Justicia». Y agregó: «En estos meses me quedé sin trabajo, así que esperemos que esto cambie”.

Detrás suyo se veía una gran muñeca inflable de la vicepresidenta Cristina Kirchner disfrazada de presidiaria, manejando como si fuera un títere al presidente Alberto Fernández. “La instalamos nosotros, porque simboliza la corrupción de Cristina y Alberto”, aseguraba Ignacio Vega, vicepresidente de Jóvenes Republicanos.

La gente portaba carteles que decían “Basta de avasallar la Justicia”, “Basta de aulas vacías”, “Basta de corrupción”, “No a la Reforma Judicial” y “Rosenkrantz el pueblo te apoya”, entre otras.

“Hay banderas a 100”, vociferaba una señora frente al McDonald’s. Y tenía el precio más bajo, ya que enfrente había banderas de hasta 500 pesos, gorros a $200 y barbijos a $150.

“Nosotros no tenemos nada que ver con los de la muñeca de Cristina, aclaraban desde el escenario central, controlado por Acción Conjunta Republicana, una organización de autoconvocados sin representación partidaria.

Los manifestantes leyeron un documento en el que se destacaron las consignas relacionadas a la “defensa de las instituciones”, “no al avasallamiento de la Justicia”; e “independencia de la Justicia”. Aunque el pedido repetido fue que “no renuncien los jueces Bruglia y Bertuzzi”

Había otros dos escenarios más, a metros del Obelisco, en donde hablaban los Libertarios; y la Fuerza Unidaria Argentina, cuyos dirigentes despotricaban contra los políticos, la “ideología de género” y la desintegración nacional.

El banderazo fue convocado desde las redes sociales, luego del fallo de la Corte por los traslados de los jueces Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi. También tuvo el acompañamiento de sectores del campo, luego de la ocupación de la estancia familiar de los Etchevehere en Entre Ríos. 

Como en anteriores protestas, el ex titular de Medios Públicos, Hernán Lombardi, fue con el actor Luis Brandoni. Y ambos se quedaron en las inmediaciones del Teatro Colón. “Esta movilización sirve, es útil e importante, porque le pone límites al abuso de poder del Gobierno. La movilización de la gente los hizo retroceder con Vicentín, Venezuela y les hizo bajar el ritmo con la reforma judicial”, dijo Lombardi a Clarín.

Y luego Lombardi fue a encontrarse con Waldo Wolff, Alex Campbell y Carolina Píparo, entre otros, que fueron algunos referentes de Juntos por el Cambio que se acercaron hasta el Obelisco. Allí estaban la diputada Paula Oliveto y el ex ministro de Modernización, Andrés Ibarra.

 También se los vio a Alejandro Fargosi y Cinthia Hotton. “Nos sumamos a este gran reclamo ciudadano que pide a gritos conductas ejemplares y una nueva política», dijeron los dirigentes de Valores por mi Pais.

Además hubo otros dirigentes políticos en las marchas de este domingo, como el ex candidato a presidente, José Luis Espert, quien asistió junto al economista Javier Milei, y se concentraron frente a la Quinta de Olivos. «No solo reclamamos que los delincuentes estén presos, sino también un país más justo», dijo Espert, en diálogo con TN.

En Córdoba estuvo Patricia Bullrich. «Junto al pueblo de Córdoba, y también desde muchos otros lugares de la Argentina, vinimos a pedirle a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli que no renuncien a sus causas. Por ellos, en defensa de las instituciones y por el futuro, hoy nos sumamos al banderazo», tuiteó la presidenta del PRO.

Desde Entre Ríos, Luis Etchevehere se sumó a la protesta, «por la libertad, la Justicia y la Constitución. Argentina quiere un cambio», dijo el exministro macrista de Agroindustria.

En Santa Fe, cientos de personas se nuclearon en torno al Monumento a la Bandera. «Vengo porque no quiero irme», decía el cartel de un joven. Mientras otros reclamaban por la independencia del Poder Judicial. Además, hubo protestas en las principales ciudades de todo el país, como Mendoza, Mar del Plata y La Plata, entre otras.

Si bien fue masivo el banderazo, la convocatoria esta vez fue menor que en las últimas protestas y bastante inferior que la histórica movilización del 8N de 2012, contra la entonces presidenta Cristina Kirchner.

La última protesta contra el Gobierno se había realizado el feriado del 12 de octubre, contra las políticas del Gobierno nacional y la embestida K contra la Corte Suprema. Luego vino el fallo de la máxima instancia judicial, en relación a los jueces Bruglia, Bertuzzi y Castelli, que desencadenó este nuevo banderazo del 8N.