https://images.pagina12.com.ar/styles/focal_16_9_960x540/public/media/articles/51199/xi-afp.jpg?itok=l1xCR02z
El Parlamento chino evalúa un aplazamiento de su sesión plenaria, la gran cita anual del régimen comunista, anunció este lunes la agencia china Xinhua, «para dar máxima prioridad a la vida, la seguridad y la salud de las personas», en el marco del aumento de contagios por coronavirus.
Para algunos analistas, el aplazamiento indicaría la determinación de Beijing de acabar con el brote y conseguir que la Organización Mundial de la Salud (OMS) deje de considerarla una emergencia internacional de salud pública.
Esta sesión de diez días, durante la que habitualmente el Parlamento ratifica por una gran mayoría las decisiones del Partido Comunista Chino (PCC) en el poder, debe comenzar el 5 de marzo, fecha en la que se celebra tradicionalmente. Pero el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Parlamento) va a reunirse la semana próxima para «deliberar sobre un proyecto de aplazamiento de la tercera sesión anual» parlamentaria, indicó Xinhua.
Este evento, celebrado en el mes de marzo durante los últimos 35 años ininterrumpidamente, representa la mayor cita anual en el calendario político chino, y reúne en Beijing a alrededor de 3.000 delegados llegados de todas partes del país para promulgar leyes y supervisar la labor del Gobierno.
La Constitución ordena que la ANP se reúna una vez al año, convocada por su Comité Permanente, que tiene también la potestad de decidir una postergación de la sesión. La propuesta de aplazamiento fue planteada este lunes en la reunión de los presidentes del ANP, informó Zang Tiewei, portavoz de la Comisión de Asuntos Legislativos, quien explicó las consideraciones detrás de la medida.
«Este año estaba programado para el 5 de marzo en Beijing, pero el brote de Covid-19, la neumonía causada por el nuevo coronavirus, la prevención y el control de la epidemia se han convertido en la labor más importante. Es ahora un momento crucial para frenar la propagación del virus y ganar la batalla, por lo que no se deben escatimar esfuerzos», señaló.
Se esperaba una decisión en este sentido debido a la epidemia del nuevo coronavirus, que deja en China 1.770 muertos y 70.500 contagiados desde diciembre. El virus se ha extendido a todo el territorio y afecta con más de 600 casos a otra treintena de países.
Prácticamente toda la provincia de Hubei (centro), donde surgió el brote, está de facto en cuarentena desde el 23 de enero, con 56 millones de habitantes aislados del mundo. Como parte de las medidas de control para atajar la epidemia, Beijing obliga a todas las personas que lleguen de fuera de la capital -ya sea de otras regiones chinas o del extranjero- a someterse a una cuarentena de 14 días.
Durante una reunión que se iniciará el 24 de febrero, el Comité Permanente de la ANP discutirá además sobre un proyecto de ley para prohibir el comercio de animales salvajes, así como su consumo «para proteger la vida, la salud y la seguridad de las personas».
Se cree que la epidemia del nuevo coronavirus se originó en un mercado en Wuhan, capital de la provincia de Hubei, donde se vendían animales salvajes vivos.
Un desafío para Xi Jinping
Tras semanas de silencio y acumulación de críticas desde las potencias occidentales, el presidente chino, Xi Jinping, contó que tomó las primeras medidas para contener el virus coronavirus en los primeros días de enero, cuando aún no se había declarado oficialmente el brote, según un discurso oficial publicado este sábado por los medios oficiales del país.
Xi dijo que dio la primera orden de contención a gran escala «para controlar el nuevo brote de coronavirus» en la ciudad de Wuhan durante una reunión del Politburó, el máximo órgano del Partido Comunista, el 7 de enero pasado, según el discurso difundido que lleva fecha del 4 de febrero.
«El 22 de enero, a la luz de la rápida propagación de la epidemia y de los desafíos de prevención y control, exigí de manera clara que la provincia Hubei implementara controles integrales y estrictos sobre los movimientos de las personas», recordó Xi en su discurso. Un día después, la ciudad de Wuhan, la capital de Hubei, se convirtió en la primera urbe de China aislada, una decisión que luego se replicaría a otras en el país.
El discurso de Xi se conoció luego que los medios estatales chinos informaran la semana pasada de las primeras sanciones a autoridades políticas por la gestión de la epidemia, que ya se propagó a países vecinos y a otros continentes, aunque con una mortalidad aún muy acotada.
Los medios estatales informaron del cese del jefe del Partido Comunista de la Comisión de Salud en la provincia más castigada de Hubei, Zhang Jin, y su director Liu Yingzi, como castigo por su negligencia. Ambos han sido sustituidos por Wang Hesheng, subdirector de la Comisión Nacional de Salud de China.
Junto a ellos fueron “penalizados” 337 funcionarios en Hubei, seis de ellos despedidos por “incumplimiento del deber”. También fueron cesados varios cargos de Cruz Roja en Hubei, tras la ola de críticas de la población a la respuesta al virus, de las que tampoco se ha escapado el presidente, que permaneció alejado de la luz pública durante varios días antes del último repunte del número de afectados.
Reacción de los mercados
La preocupación por la propagación de la epidemia del coronavirus surgida en China, lastró a las bolsas mundiales en las que las empresas expuestas en China se vieron particularmente afectadas.
«Los mercados bursátiles mundiales están bajo presión en este principio de semana ya que los temores sobre la propagación de la epidemia del coronavirus en China crecen», resume Neil Wilson, analista de Markets.com.
Asimismo, las tecnológicas implantadas en China también se vieron afectadas por el humor de los mercados.»Los temores sobre la crisis sanitaria actúan como un pretexto para tomar beneficios» en un momento en que la valoración de las acciones está a nivel alto, dice Franklin Pichard, director general de Kiplink Finance.
[ad_2]
Fuente