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Sudamérica es líder en polémicas arbitrales. Y en Argentina es moneda corriente, es motivo de discusión de cada semana de Copa o cada finde de fútbol local. En las últimas Libertadores hay imágenes y jugadas que quedan en la memoria, y algunas fueron sentenciadas sin vueltas por Alejandro Domínguez en la charla con Olé.
-¿Cómo quedaste tras la final en Madrid, con un muy mal arbitraje de Cunha, quien después casi no dirigió durante un año?
-Hay muchos arbitrajes no buenos y, sobre todo, árbitros en los que uno tiene mucha expectativa; no porque sea iluso, sino porque se le viene haciendo seguimiento con un grupo de profesionales. Entonces de repente el arbitraje de una persona que uno tiene expectativas, termina siendo lo que uno no esperaba. Son seres humanos y todos tenemos derecho a equivocarnos. Para eso trabajamos muy de cerca.
-¿Te desilusionan mucho arbitrajes como ése, y otros?
-Hay muchos partidos que no da gusto ver y que hubiera esperado otro tipo de arbitraje. Pero bueno, es parte del fútbol. Yo sé mucho, y esto por la experiencia, que ningún club del mundo puede hacer su presupuesto de campeonar pensando que el arbitraje va a ser beneficioso. Sólo los que lo hacen entendiendo que el árbitro puede ser bueno y neutro, o ayudar, o ser malo, pueden ser campeones, hay que tener esos tres presupuestos. No te van a perjudicar ni ayudar en todos los partidos. Para mí, los dirigentes que reclaman el arbitraje son amateurs.
-Independiente en su momento reclamó el penal que no le dio Daronco contra River, aún hoy lo recuerdan.
-Tiene toda la razón del mundo.
-También se recuerda el que le dieron a River contra Gremio en Porto Alegre.
-Hay jugadas más grises. El de Independiente es un reclamo muy válido.
-Y hubo un penal de Andrada a Pratto en Madrid. Penalazo, estando 1-0 Boca.
-También estoy de acuerdo.
-Y se discute por el que le dieron a Borré en las semifinales contra Boca.
-Hay zonas grises, ¿verdad? Hay cosas más evidentes que molestan más. Hay que saber tolerar. Sobre todo las evidentes, que son muy evidentes, me molestan. En tiempos sin el VAR en todos los partidos, hay evidencias que cuando no estaba el VAR uno se daba cuenta en la TV. Hay otras evidentes en el campo y posteriormente en la TV se reconfirman, y ahí uno se da cuenta de que hubo un error grave, que no es un error que cualquiera puede cometer, que es un error de apreciación muy grave. Son cosas para el análisis. Venimos con ese tipo de trabajo y bueno, tampoco voy a prometer que todo va a ser perfecto, trabajo para que sea lo mejor para todos, no para alguien. Errores siempre va a haber.
-A la corta se perjudica la Conmebol.
-Al final, todos los errores arbitrales se terminan erróneamente atribuyendo a la Conmebol, a la presidencia. ¿Quién más quisiera que yo, después de tanto esfuerzo, que el arbitraje pase inadvertido? Quiero felicitar porque hay muy buenos arbitrajes y árbitros. Muchísimos, y muy buenos que, a veces, se equivocan. Pero el arbitraje mejoró sustancialmente y va a seguir trabajando así. El año pasado tuvimos la final en un partido de fútbol intenso y no hubo un solo error. Y una primera final en la Bombonera en el 2018 rayando lo perfecto (NdR: ambos partidos los dirigió el chileno Tobar). Entonces hay eventualmente algunos arbitrajes que cometen errores, que uno no esperaría de ese tipo de árbitros, pero tengo que decir que hay buenos, que hacen muy buenos arbitrajes.
-¿No creés que hay que mejorar los tiempos de interrupción por el VAR?
-Es un desafío que no es mío sino del arbitraje y de la organización mundial, que estamos tratando todos de superar. Es un fútbol diferente y hay que ser un poco más pacientes. Prefiero perder el tiempo y que se haga justicia. Este año quisimos ponerlo en fase de grupos el VAR, pero lamentablemente la capacidad instalada en toda Sudamérica para poder hacer frente a la demanda es limitada. Es muy difícil estando en un país con extensión geográfica tan grande donde no hay capacidad de responder a demandas de Conmebol. Y si se extrapola a todo el continente, habiendo tantos partidos en simultáneo es difícil de implementar, pero tengo el anhelo de que no haya un partido de Conmebol sin el VAR.
-Está claro que esperás mejoras en los tiempos.
-Somos respetuosos del protocolo y es importante que mejoremos con conocimiento, y estamos en proceso de prueba y error. Que en todo lo que se falle, se mejore. Repito: prefiero perder tiempo y que se haga justicia.
-¿No es injusto que tarden tanto y se marquen offsides milimétricos?
-Sí, puedo decir que desde el momento en que uno implementa la tecnología, el offside es un tema objetivo, la computadora no puede medir si un centímetro o dos metros. Simplemente encuentra y es objetiva. Después, en todo caso uno puede discutir si darle otro tipo de interpretación al reglamento. Hoy ésa es la verdad. Lo que todavía no logré entender es por qué lleva tanto tiempo determinar si es o no offside. Uno quiere que la tecnología sea perfecta y la tecnología se va adecuando a los reglamentos e intenta ser lo más precisa posible. Y creo que el fútbol de hecho cambió y tenemos que ser tolerantes. El fútbol del pasado ya no existe, hay una intervención de la tecnología y lleva su tiempo.
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