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Desde Caracas.“Cada acto democrático es un acto de Paz”, dijo de pie Indira Alfonso, la presidenta del Consejo Nacional Electoral el jueves pasado en la apertura de las veedurías internacionales de estas elecciones legislativas de medio término.
Es la primera elección en Venezuela, desde que gobierna el PSUV, donde su puso en práctica el sistema de Veedurías Internacionales. Hasta estos comicios, las delegaciones que llegaban a Caracas lo hacían en calidad de observadores y acompañamiento internacional.
Las veedurías además coinciden con una nueva gestión de la presidencia del CNE, que es uno de los poderes del Estado Venezolano, independiente del Poder Ejecutivo.
Expertos electorales, dirigentes y líderes políticos, intelectuales, periodistas, gremialistas y organizaciones sociales integran las comitivas de decenas de países de todo el mundo. Representantes de España, Estados Unidos, Irán, Mexico, Argentina y Ecuador; por citar algunos de los cruces idiomáticos y culturales que se dan por estos días en el hoter Eurobilding , donde se hospeda la mayoría.
La presencia latinoamericana más importante en la apertura de las veedurías fue la del expresidente de ecuador Rafael Correa con quien la delegación argentina compartió vuelo desde Mexico hacia Caracas.
Por argentina sobresale la presencia de Daniel Catalano, Secretario General de Ate Capital, el ex legislador e integrante de la Internacional Progresista, José Campagnoli, Carlos López, exsecretario de presidencia durante el kirchnerismo y actual presidente del observatorio latinoamericano de la Cámara de Diputados, la experta electoral Marina Urrizola, el docente Ezequiel Bustos, por la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata, el periodista Néstor Piccone por la IP entre otros.
La misión internacional es observar y verificar si están dadas las condiciones de legitimidad de estas elecciones.
Para ello las delegaciones realizaron durante estos días distintas observaciones en Caracas y en el interior del país sobre el sistema de voto electrónico, las condiciones de seguridad y traslado de màquinas y urnas, los centros de votación, la presencia de fiscalización en los comicios.
En estas elecciones legislativas se renovaràn 277 bancas unicamerales. Participan alrededor de 90 organizaciones políticas y hay inscriptos 14.000 candidatos nominales ya que por la ley electoral venezolana conviven las votaciones por partido y por persona.
La oposición
Una pregunta fundamental es saber si en Venezuela existe una oposición al gobierno de Nicolas Maduro que participe de las elecciones.
A grandes rasgos se puede definir a la oposición venezolana en dos bloques: uno compuesto por las decenas de partidos y organizaciones que participan de las elecciones. En este escenario y al ser elecciones legislativas no sobresalen grandes nombres pero están presentes quienes integran el partido con Henry Falcón y los seguidores del líder evangelista Javier Bertucci, quien en la elección presidencial de 2018, aparecido por fuera de los partidos tradicionales, consiguió un millón de votos.
Este bloque configura la oposición democrática. Aunque dividida y con posturas fragmentadas, participa de las elecciones y discute hacia adentro de Venezuela la conflictividad del país. Esta oposición que participa de las elecciones es probablemente la que parte del mundo desconoce, producto del fenomenal bloqueo mediático que sufre Venezuela.
El segundo bloque está compuesto por la oposición que se niega a participar de las elecciones porque no reconoce al gobierno de Maduro y es funcional a los intereses injerencista de los Estados Unidos. Liderada actualmente por Juan Guaidó e integrada por Henrique Capriles y Leopoldo López, quien desde España, donde se encuentra prófugo, hace declaraciones de fraude electoral.
Este segundo bloque opositor que el mundo sí conoce producto de la vocería incesante de una derecha política y mediática que construye una legitimidad de ficción y a la vez una estigmatización profunda sobre Venezuela, también muestra un resquebrajamiento. Hace unos días Leopoldo López dijo en una entrevista desde España que en una eventual elección presidencial él estaría dispuesto a participar porque Maduro sufriría «una derrota 90 a 10».
Es un dato importante de las divisiones de ese bloque antidemocrático que buena parte parece querer despegarse de Guaidó por la posible reconfiguración del escenario desde los Estados Unidos ante la derrota de Donald Trump, su principal promotor.
La Cuba del siglo XXI
No se puede realizar una crónica sobre Venezuela sin hablar de Petròleo y Bloqueo. El bloqueo financiero que sufre este país revive la experiencia cubana en múltiples similitudes con la diferencia y complejidad de que Venezuela tiene una de las reservas más importantes de petróleo del planeta. Las sanciones norteamericanas probablemente no expliquen completamente la crisis económica que vive el país pero es insoslayable a la hora de analizarlo.
Acá, además de la depreciación del salario, entre dos y 10 dólares promedio, y una inflación sin ya posibilidad de medición, la urgencia coyuntural pasa por la falta de combustible.
En Venezuela los servicios de energía y el combustible son gratis. Pero, salvo en los centros turísticos, el agua corriente fluye tres veces por semana y hay días sin luz. Para salvar el problema de la falta de bolívares en físico se ha generado una dolarización de la economía informal y se pueden comprar arepas, café, o ir al supermercado y pagar con dólares haciendo toda una negociación con billetes chicos y redondeo de precios.
Ya no hay desabastecimiento en las góndolas, como hace hasta un par de años y el gobierno ha iniciado una formal apretura de capitales privados para conformar empresas mixtas con mayoría estatal.
La calle, la participación
En un encuentro que tuvo la delegación argentina con el canciller Jorge Arreaza y de la que esta periodista forma parte como veedora, parte de la reunión discurrió en torno a cuál era la expectativa sobre el nivel de participación electoral este domingo.
En el análisis se concluyó que cinco factores incidían en ese càlculo: la pandemia, la falta de transporte ya que el bloqueo impide el abstecimiento de combustible, el llamado a no votar de un sector de la oposición, cierta comodidad de un sector chavista que da por descontado el triunfo y que en Venezuela el voto es optativo, no obligatorio.
Un funcionario presente ne la reunión expresó que un 40 por ciento seria un muy buen nivel de participación. La cifra es casi el promedio histórico de votantes de los EEUU y es el número habitual para países donde el voto no es obligatorio.
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