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Desde Roma
Mientras el gobierno italiano prolonga la duración de la cuarentena hasta el 13 de abril (debía terminar el 3), es decir hasta después de la Semana Santa – un evento que cada año trae a miles de turistas de todo el mundo que presencian las celebraciones en el Vaticano y en el Coliseo de Roma- los datos del 1 de abril sobre la marcha de la pandemia del coronavirus no fueron tan malos como otros días. Según la Protección Civil, que difunde los datos día a día, este miércoles hubo 2.937 infectados más que el martes. El porcentaje de aumento de los contagiados alcanzó así el 3,6%, lo que significa un poco más que martes y lunes (2,7% y 2,2% respectivamente), pero menos que durante los ocho días precedentes. El total de nuevos infectados llegó el miércoles a 80.572 casos. Hubo además 727 muertos en un día, una cifra que viene descendiendo desde hace cinco días y cuyo máximo se tuvo el 27 de marzo con 969 fallecidos en una jornada.
El Cespi, un prestigioso Centro de Estudios de Política Internacional de Roma, ha creado un Observatorio Covid 19 y cada día ofrece un Diario Sintético sobre la marcha del virus a nivel internacional y local. Usa para elaborar sus estadísticas los datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud), de la John Hopkins University de Estados Unidos y de la Protección Civil, entre otros. Marco Zupi es el Director Científico del Cespi y se ocupa de estas estadísticas.
En declaraciones a PáginaI12 el profesor Zupi explicó que los datos más importantes que han salido a relucir sobre Italia con el análisis de todas estas estadísticas, es “la muy rápida difusión del virus que ha caracterizado el caso italiano. En Italia el virus se ha difundido mucho antes que en otros países aun cuando los primeros casos de coronavirus en Europa no surgieron en Italia” (se habla de casos en Alemania y Francia). “Otro dato importante – agregó – es que la tasa de letalidad (mortalidad asociada a una enfermedad) es particularmente elevada”. Según datos del Cespi, entre los cuatro países con un número similar de contagiados (más de 75.000), Italia es hasta ahora el que tiene una letalidad más alta, 10,6%, seguida de España (8,5%), Estados Unidos (1,5%) y Alemania (1,1%).
Pero según el experto, “hay datos positivos de los últimos días que indican que se está reduciendo la tasa de crecimiento diario de la infección. Y esos datos indican además que esa tasa se esta difundiendo bastante parejo en las distintas regiones de Italia, incluso en Lombardía que es la región más afectada por la pandemia”.
Mucha gente se pregunta si el número de casos registrados como infectados por el coronavirus coincide con el número de casos reales. Muchas veces los países usan criterios distintos para hacer estas estadísticas por lo cual comparar los datos entre los distintos países puede no ser completamente realista. Según el profesor Zupi, esto sucede. “En los casos registrados, el criterio aplicado no siempre es igual en todos los países. Por una parte los datos pueden estar subestimados, jamás sobreestimados. Pero el nivel de subestimación varía de país a país”, explicó. Y añadió que “el que sean individualizados los casos positivos depende del hecho de que esté más o menos difundido el uso del test del virus. Y esos test son suministrados en cantidades y con criterios muy diferentes según los países. Irlanda, por ejemplo, es un caso ejemplar: sobre un millón de personas han hecho 30.000 test. El caso opuesto es Pakistán que sobre un millón de personas ha hecho diez testeos. Italia ha hecho 3.000 sobre un millón de personas. Corea del Sur he hecho el doble de Italia. También depende de qué tipo de paciente sea el registrado. En Alemania al parecer a las personas fallecidas se le hacen estudios para determinar si murieron o no por el virus y se determina así si registrarlas o no. En España no se registran los ancianos que han muerto en los hospicios o casas para ancianos”.
Es difícil hacer un análisis comparado entre los distintos países pero de todas maneras esos estudios permiten llegar a conclusiones muy útiles que muestran, aunque sea parcialmente, cómo se va difundiendo el virus. “Ahora se sabe que el virus está asociado a la precariedad del paciente, sobre todo si tiene patologías preexistentes como problemas cardiovasculares, diabetes, cáncer etc. La edad es un aspecto importante en este sentido”, indicó el experto. Según datos del 31 de marzo del Instituto Superior de Sanidad de Italia, el 51,8% de los pacientes fallecidos por coronavirus en Italia tenía al menos tres patologías precedentes. Se habla de pacientes en su mayoría hombres (55.4% contra 44,6% de mujeres). El 29% de los fallecidos en Italia tenía entre 80 y 89 años y el 20,5% entre 70 y 79 años.
Pero el profesor Zupi trajo a colación además otro factor importante en la difusión de la pandemia, es decir las costumbres de cada país, en particular el modo de relacionarse que tiene la gente. “Todas las pandemias están ligadas también al modo de relacionarse que tienen los pueblos, a la frecuencia de contacto entre las personas -indicó-. Por eso se impusieron medidas que están dirigidas a evitar los contactos”. En países como España e Italia, es muy común el hecho que en Italia se llama “famiglia allargata” (familia ampliada), es decir donde los ancianos tienen un rol bastante activo ocupándose de los nietos. “Y esto hace que haya un mayor riesgo de difusión del virus. En países donde los ancianos están poco integrados al núcleo familiar, como en los países nórdicos, hay menos difusión del virus”, agregó.
Los países africanos tienen una población mucho más joven que la de Europa, pero existe un fuerte acercamiento físico en la convivencia entre las poblaciones. Además, muchos de esos países sufren guerras, hambrunas, sequías, etc, y la gente está más debilitada a nivel de su sistema inmunitario. “Estos factores pueden ser muy negativos y favorecer la difusión de la enfermedad”, dijo Zupi, que para América Latina presentó un panorama similar. “La población latinoamericana es también joven, menos joven que la de África pero más joven que la de Europa, y muy cercana al modo de convivencia mediterráneo, de Italia y España especialmente. En América Latina hay mucha relación social entre jóvenes y ancianos, y esto puede influir en la difusión del virus”, concluyó el experto, no sin antes mencionar como otro factor de riesgo para la difusión de la pandemia, la contaminación ambiental, sobre todo en las grandes ciudades, que hace a la gente más propensa a las enfermedades pulmonares y que, por otra parte también desencadena el coronavirus.
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