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Alberto Fernández advirtió que «la salida de la cuarentena tiene que ser muy cuidada», contemplando las exigencias de un protocolo sanitario muy estricto. «Estamos evaluando la posibilidad de flexibilizar el aislamiento, no levantarlo», dijo, durante una entrevista radial este sábado, haciéndole frente a algunas presiones del poder económico. «Los infectólogos nos dicen que el momento más difícil va a ser a mediados de mayo», dijo el presidente de la Nación, como para dejar de lado los apresuramientos. La gradualidad de la salida de determinados sectores o actividades del aislamiento social fue analizado a lo largo del viernes en Olivos por el presidente con sindicalistas y dirigentes empresarios, donde se acordó que habrá una comisión mixta para analizar el tema, pero bajo las recomendaciones y estudios que acerquen los expertos en medicina y salud pública. Alberto Fernández también respondió, ante la consulta de Radio Mitre (Gripo Clarín), a los reclamos de bajarle los sueldos a los funcionarios para «aportar» a la emergencia. «No me vengan con esas cosas, después nos llaman populistas a nosotros», respondió.
El presidente señaló que le resultaba «un acto demagógico» que un sector político reclamara la donación del sueldo de los funcionarios públicos. «No tengo a nadie en mi Gobierno robando plata, ñoqui o recibiendo sobres por izquierda», dijo sin eufemismos, «los argentinos no tienen un presidente que trabaja una semana y se toman dos de vacaciones», agregó en referencia al gobierno actual. «Tengo funcionarios que no tienen fortunas, cuentas en el exterior, o bienes y empresas afuera», dijo, como para dejr más claras las diferencias con quien no necesitó mencionar.
Otro tema económico al que hizo referencia el presidente fue el de la deuda. «No me interesa si la Argentina entra en default, aunque me gustaría que no entre en default, pero todos debemos comprender los tiempos en los que vivimos. Nosotros seguimos con nuestra lógica de no endeudarnos con el FMI, continúa en pie el plan del gobierno de reestructuración de la deuda y se hará una propuesta sensata que se pueda cumplir», reiteró.
Subrayó que los esfuerzos fiscales estarán puestos en la atención de las necesidades internas que, como es lógico, se vieron incrementadas por la emergencia sanitaria. «No vamos a hacer nada que signifique postergar a los argentinos», enunció, recordando que «por la situación que se dio a partir de la pandemia, pusimos 380 mil millones de pesos en el sector empresario para mantener el trabajo, y también hemos hecho un auxilio económico de 120 mil millones de pesos en programas sociales».
«Es un día a día»
La mayor parte de los encuentros que Alberto Fernández mantuvo con empresarios y sindicalistas a lo largo del viernes –en total, fueron tres– estuvo dedicado a analizar el impacto económico de las medidas de aislamiento obligatorio y cómo evitar que ello dañe el aparato social y productivo, pero también a analizar la importancia de darle prioridad a la salud pública.
Guillermo Moretti, vicepresidente de la UIA y dirigente empresario de Santa Fe, contó este sábado en un programa radial de su provincia (Valor Agregado, Radio Universidad de Rosario), que «lo primero que hizo el presidente fue explicarnos, sobre un tablero, el trabajo que se estaba haciendo de seguimiento de la entrada del virus al país y cómo se viene propagando. Quedamos impactados. Da la sensación de que está al frente y en el manejo de la cuestión». También apuntó que Alberto Fernández recordó que, durante su viaje a Europa a mediados de febrero, tuvo largas conversaciones con los presidentes de Italia, Francia, España, Portugal y la canciller alemana, pero que únicamente Angela Merkel le había hablado del coronavirus, señalándole que su país estimaba un costo fiscal, por la crisis que sobrevendría, de unos 600 mil millones de dólares. Hoy, le contó el presidente a los directivos de la UIA, mantiene contacto permanente con las autoridades de Alemania pero también de España para hacer evaluaciones conjuntas todo el tiempo.
Por todo ello, les adelantó que la salida de la cuarentena se gestará de manera paulatina y con la información que se vaya evaluando. «Esto es un día a día», dijo el viernes y repitió ayer en la entrevista. La vuelta a la normalidad será «muy cuidadosa» y algunos sectores y actividades continuarán con la cuarentena más allá del lunes 13: las clases en las escuelas, la actividad de adultos mayores, la administración pública y otras actividades que impliquen aglomeración de gente.
El transporte
Ante los empresarios, Alberto Fernández señaló que la forma más rapida de contagio del virus es por los medios de transporte (colectivos, subtes, trenes). Es lo que surge de los análisis propios y los que se comparten con los gobiernos de España y Alemania, con los que hay un permanente contacto. El presidente le pidió a los dirigentes empresarios que, en aquellos sectores en los que se retome la actividad, busquen bajar la cantidad de trabajadores que se movilicen al mismo tiempo, como ocurre con los cambios de turnos.
Los técnicos de la UIA elaboraron estudios regionales para definir protocolos sanitarios en cada lugar de trabajo, que en los próximos días se lo harán llegar al ministro Claudio Moroni. De acuerdo a la evaluación que le anticiparon al gobierno, hoy está trabajando el 20 por ciento de la industria, todos en áreas esenciales pero, algunas, empiezan a tener dificultades de abastecimiento de insumos que no son considerados esenciales. Así ocurre, dieron el ejemplo, con pallets (plataformas) de madera que no se producen porque la industria maderera de Entre Ríos y Misiones está parada, o la celulosa para envolver productos, que complican el traslado de productos considerados esenciales. Estos encadenamientos son los que se tomarán en cuenta, cuidando que su producción no genere riesgo de contagio en sus trabajadores, al momento de autorizar las primeras excepciones de áreas en la futura etapa de la cuarentena.
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