Garbarino: otro fondo que pasó, miró y se fue sin c…

La venta de Garbarino se encuentra a punto de caer. El fondo Inverlat Investments había realizado una oferta de compra a finales de diciembre. Este fondo es el mismo que maneja la empresa Havanna y Fenoglio. Ahora la operación se estancó por las tensiones en la negociación con los proveedores comerciales de la cadena de electrodomésticos. Las deudas de Garbarino se elevarían a 7000 millones de pesos.

Fuentes de la empresa y de los posibles compradores reconocieron que la negociación se encuentra estancada. Inverlat había alcanzado un acuerdo con los bancos acreedores de Garbarino pero no pudo replicarlo con los proveedores. Newsan, Samsung y BGH son algunos fabricantes de electrónica y electrodomésticos que no cerraron el acuerdo. La cadena tiene importantes deudas con la banca. El pasivo con el Grupo Financiero Galicia y Santander suma más de 3000 millones de pesos.

Por el momento no se conocen otros fondos de inversión que hayan presentado propuestas para adquirir Garbarino. El congelamiento de la posible venta vuelve a sembrar incertidumbre sobre el futuro de la cadena de electrodomésticos. Arrastra pérdidas mensuales por más de 500 millones de pesos y tiene patrimonio negativo por más de 3500 millones. La situación de la compañía se agravó por los efectos de la fuerte recesión económica y el desplome del consumo.

El fondo Inverlat gestiona más de 1000 millones de dólares y su portafolio de empresas incluye marcas como Havanna, Fenoglio y Reef. A partir de 2018 comenzaron a controlar las franquicias de Wendys, KFC Y China Wok. 

El rubro de los electrodomésticos fue uno de los que más cayó en términos de consumo luego de la devaluación persistente a partir de 2018 y la pérdida de capacidad de compra de la población. La cadena cuenta con una participación de mercado de alrededor del 20 por ciento. Los competidores son Musimundo y Grupo Márquez.

El mercado de electrodomésticos y, en general, de artículos para el hogar, se vio muy impactado por el período de fuerte devaluación que se verificó a partir de abril de 2018, con la consecuente pérdida de poder adquisitivo de la población en general.

Para Inverlat, en su búsqueda de oportunidades de negocio, una empresa en situación de crisis representaba un gran atractivo pero, en este caso, las dificultades que se presentaron en la reestructuración comercial habrían frustrado la operación. 

La apuesta del fondo, usualmente, es reestructurar las compañías en el límite de la quiebra inyectando capital y recuperar el valor de mercado. Esta fue una de las estrategias que llevó adelante con Havanna, que se había presentado a concurso de acreedores antes de ser adquirida por este fondo. Gran parte de inversiones de Inverlat se encuentra concentrada en compañías de Latinoamérica.

El plan para Garbarino sería dotarla de capital de trabajo y aprovechar tanto la red de sucursales (superan los 200 locales) como la plataforma de e-commerce. La empresa se había diversificado y también cuenta con negocios en el sector de turismo (tiene una agencia de viajes) y de seguros.