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Desde Brasilia
Jugando en el mismo equipo. Luiz Inácio Lula da Silva, hincha de Corinthians, y Chico Buarque, «torcedor» de Fluminense, fueron compañeros en el elenco que disputó un amistoso (amistosísmo) contra una formación del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST).
«Yo no sé si no vamos a tener un gesto de solidaridad y dejemos ganar al equipo del MST», bromeó Lula dirigiéndose ante un sonriente líder campesino Joao Pedro Stédile. La amabilidad no pasó a los hechos: los «Amigos de Lula y Chico» vencieron 2-1 a los «Amigos del MST».
Se jugó en el césped bastante bien cuidado de la cancha construida en la Escuela Florestan Fernández, del MST, en Guararema, interior del estado de San Pablo. Hubo unos cuatro mil espectadores entre militantes, dirigentes partidarios y de movimientos sociales, y artistas.
Lula y Chico llegaron prolijamente enfundados en unas camisetas de color gris claro con ribetes, pantalones y medias blancas, como el resto de sus compañeros.
Futbolero nato, con un gorro rojo de los Sin Tierra, el ex tornero mecánico besó la pelota antes del inicio del «duelo» que lo tuvo como uno de su goleadores gracias al tanto marcado en los primeros minutos de la etapa inicial. El otro lo anotó Chico Buarque.
Desde que fue excarcelado, el 8 de noviembre después de 580 días debido a una condena en la causa Lava Jato , el jefe del Partido de los Trabajadores ha desplegado una intensa agenda en la región nordeste, Río de Janeiro – donde el viernes fue homenajeado por la comunidad artística – y el sábado en la ciudad de San Pablo.
Allí participó en el encuentro navideño organizado cada año por las personas en situación de calle y los recicladores de residuos, con el apoyo de la Iglesia católica.
«Tengo mucho orgullo de estar aquí libre para participar de la Navidad, si en lugar de estar aquí estuviera en un campo de golf, la elite no me tendría tanto odio», dijo el sábado .
Hoy en Guararema recibió varias ovaciones desde las tribunas a las que respondió como lo hacen cracks, en este caso políticos. Encima hubo un sol pleno, al comienzo del encuentro, que pareció militar para darle marco a la fiesta.
Todas las encuestas recientes indicaron que creció su popularidad pese al año y siete meses de proscripción que supuso su prisión en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.
En la Escuela Floretan Fernades se imparten cursos para militantes brasileños y extranjeros venidos principalmente de América Latina y Europa. Fue construida hace catorce años con recursos de los trabajadores rurales sumados a derechos autorales donados por el fallecido premio Nobel portugués José Saramago, el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado y el propio Chico Buarque.
«Fue un acto político radical que tuvo al mismo tiempo la levedad y belleza que exige este momento (..) este juego también simboliza que el próximo período será de mucha lucha», declaró hoy el coordinador del MST Joao Paulo Rodigues.
Desde Río de Janeiro llegó la arquitecta Mónica Benicio, que fuera la pareja de la activista Merielle Franco, asesinada el año pasado por supuestos paramilitares, «milicianos», que estarían vinculados a Jair Bolsonaro y su familia.
Bolsonaro con camiseta de Flamengo
Una investigación de la fiscalía de Río conocida la semana pasada informó sobre la trama de lavado de dinero que tuvo como presunto jefe al hijo mayor del presidente, el senador Flavio Bolsonaro.
El dossier reforzó los indicios sobre la vinculación económica de los Bolsonaro con las «milicias» que han expandido su poder en las favelas cariocas y con la creación de agencias de matadores.
La noticia sacó de quicio al capitán retirado que el viernes atacó con expresiones homofóbicas a un reportero interesado en saber su versión sobre el enriquecimiento de Flavio a través del probable desvío de fondos de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro.
El sábado Bolsonaro se puso una camiseta de Flamengo para recibir a un grupo de reporteros antes de la final del mundo entre el equipo carioca y Liverpool, vencido 1-0 por los ingleses.
Menos eufórico que el viernes, aseguró que el proceso contra su hijo es parte de una conjura político-judicial que transformó su vida en un «infierno» .
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