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El presidente de Brasil Jair Bolsonaro indultó a policías y militares que fueron condenados por asesinato en ejercicio de sus funciones. Es el segundo año consecutivo que el mandatario otorga este beneficio navideño. Ya durante la campaña electoral de 2018 el líder de la derecha brasileña había prometido proteger a los miembros de las fuerzas de seguridad en este tipo de casos. El decreto publicado en el Diario Oficial de la Unión otorga el indulto a los agentes públicos que componen el sistema nacional de seguridad que hayan sido condenados por un delito en la hipótesis de “exceso doloso”. Además perdona a los que hayan realizado este tipo de crímenes fuera de su horario laboral. En el primer semestre de este año, 3.148 personas murieron a manos de agentes, según el portal de noticias G1. El indulto también beneficiará a presos comunes con problemas graves de salud, como Sida o algún tipo cáncer.
Perdón navideño
El indulto es concedido tradicionalmente en Brasil durante el período navideño. Es una prorrogativa que posee el presidente para concluir la pena de los personas que estén tramitando su sentencia. En este caso Bolsonaro la hizo extensiva a los uniformados que hayan cumplido una sexta parte de su condena. La medida es general y no contempla casos individuales. «Policías federales, policías civiles, policías militares y bomberos, entre otros, que en el ejercicio de su función o como consecuencia de ella, hayan cometido crímenes culposos o sin intención, serán contemplados en el decreto«, sostuvo la Secretaría de la Presidencia en un comunicado. Además, el decreto menciona específicamente a los agentes que cometieron delitos fuera de su horario de trabajo en busca de «eliminar el riesgo existente para él o los demás”. “Esta hipótesis se justifica por dos motivos: el riesgo inherente a la profesión, que los expone constantemente a peligros; y el hecho de que tienen el deber de actuar para prevenir delitos incluso cuando están fuera de servicio”, señala el comunicado.
También fueron alcanzados por la medida los militares de las Fuerzas Armadas, que en operaciones de Garantía de la Ley y el Orden (GLO), hayan «cometido crímenes no intencionados en determinadas hipótesis». Las misiones de GLO son autorizadas por el presidente de Brasil. Conceden a los militares prerrogativas como las de asumir labores de seguridad pública en situaciones de perturbación del orden consideradas graves. Para lograr el beneficio, los abogados de cada uno de los condenados deberán acudir a los tribunales. La Justicia tendrá la última palabra sobre el asunto en función de cada caso.
El año pasado el mandatario había emitido una medida casi calcada. «El decreto innova al conceder indulto a aquellos que dedican sus vidas a la salvaguarda de la sociedad», sostenía el texto presidencial de 2019. En ese entonces organismos internacionales como Human Rights Watch (HRW) habían criticado la decisión del mandatario. «Esa luz verde para el uso excesivo de fuerza letal es un desastre para la seguridad pública y para los propios policías«, había señalado HRW.
«Un policía tiene que cumplir su misión»
El presidente defiende desde hace décadas este tipo de políticas. El año pasado había intentado darle estatuto legal a una medida similar al incluida en el denominado “paquete de leyes anti-crimen” que impulsó el exministro de Justicia Sergio Moro. Sin embargo el Congreso había vetado ese artículo. Bolsonaro dijo esta semana que a partir de febrero del año próximo, cuando se renueven las autoridades de la Cámara de Diputados y del Senado, insistirá en este asunto con otro proyecto de ley. Al hacer el anuncio el líder de la derecha brasileña tildó de hipócritas a los que se oponen a esa medida. Señaló dentro de este grupo a sectores de la prensa y organismos de derechos humanos. «No es un permiso para matar, sino el derecho de no morir«, había señalado el presidente. Además, defendió el trabajo de los agentes de seguridad. “Un policía tiene que cumplir su misión y luego ir a casa a descansar, sin aguardar una noticia de un oficial de la Justicia”, había dicho el mandatario.
El indulto emitido por Bolsonaro también beneficia a presos que sufrieron paraplejia, tetraplejia o ceguera después de cometer los delitos por los que fueron condenados o como consecuencia de los mismos. También perdona a los presos con «enfermedades crónicas graves que supongan una importante limitación de su actividad y requieran un tratamiento continuo que no se pueda proporcionar en las instalaciones penitenciarias». Asimismo, el decreto abarca a los presos con enfermedades graves como un neoplasma maligno o SIDA que estén en fase terminal.
Sin embargo, en este apartado la medida tiene excepciones: no cubre delitos considerados atroces. Por ejemplo las condenas derivadas de torturas, asociación ilícita, terrorismo, narcotráfico, violación, acoso sexual, corrupción de menores, pornografía infantil, corrupción pasiva y activa, y tráfico de influencias, entre otras, informó el sitio Folha de Sao Paulo. Tampoco se concederá el indulto a personas que hayan sido sancionadas por falta disciplinaria grave en los últimos 12 meses. Otros que quedan fuera del beneficio son los que no hayan cumplido con las condiciones requeridas para la prisión domiciliaria, con o sin monitoreo electrónico, o con libertad condicional.
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