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La producción metalúrgica arrojó en febrero una caída del 6 por ciento interanual, lo cual generó un deterioro en el empleo formal del orden del 1,7 por ciento, informó Adimra, entidad que agrupa a las cámaras del sector. En el primer bimestre, la actividad de la metalmecánica registró una merma del 5,9 por ciento, con lo cual acumula veintidós meses consecutivos de contracción. El último resultado positivo se dio en abril de 2018. La caída sostenida en la producción generó que el mes pasado la actividad apenas haya utilizado el 48,3 por ciento de su capacidad instalada.
El desagregado sectorial muestra en lo que va del año una baja del 9,6 por ciento en autopartes y del 9,5 por ciento en fundición. Maquinaria agrícola tiene una merma del 8,1 por ciento y bienes de capital, del 7,1 por ciento. En tanto, equipos eléctricos cayó 6,3; equipamiento médico, un 3,8 y carrocerías y remolques, 3,9 por ciento.
La encuesta de Adimra reveló que en el primer bimestre el 48 por ciento de las empresas metalúrgicas redujo su plantilla de personal, el 44 por ciento achicó horas extras y el 20 por ciento acotó la jornada laboral. En tanto, el 8 por ciento pidió asistencia con los Repro. Se esperaba que este último número creciera rápidamente en marzo y abril como pedido de ayuda ante la paralización de la actividad económica.
«En vista de la delicada situación por la que
atraviesa la industria metalúrgica luego de sufrir
veintidós meses de contracción, se le suman
nuevas dificultades relacionadas con el avance
del COVID-19. En esta coyuntura se espera un
fuerte impacto negativo en la actividad
metalúrgica», señaló Adimra en relación a lo que se viene a corto plazo para el sector.
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