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«De mi paso por Sevilla tengo anécdotas como para escribir un libro”.
Esto decía Carlos Salvador Bilardo, en 2007, en una entrevista con el medio ABC de Sevilla. El Doc tuvo dos etapas en este club que hoy es otra vez campeón de la Europa League: en la 92/93 y en la 96/97, cuando sólo duró dos meses. Claro, su paso más recordado es el primero, aquella temporada en la que estuvo con el Diego y el Cholo Simeone. Y fue en un partido ante el Deportivo La Coruña, el 6 de febrero de 1993, cuando dejó una de sus anécdotas más recordadas.
Bilardo con el Diego. Terminaron a las piñas por un cambio.
Después de un lateral, Diego quiso agarrar la pelota, pero rápidamente Alberto Albístegui, defensor del Depor, salió a anticiparlo. Diego intentó llevársela con una especie de sombrero, pero le pegó en la cara a su marcador, que quedó lesionado. Y fue ahí que empezó el show de Bilardo.
Domingo Pérez, fisioterapeuta del Sevilla, ingresó para atender al Diez. Pero Diego no tenía nada. Entonces, asistió a Albístegui, el rival, que estaba en el piso todo ensangrentado. Y Bilardo, desde el banco, enloqueció. “Domingo, Domingo. ¡A Diego! A Diego… ¡Ay, en vez de agarrar a Diego agarra al otro!”, decía, el Doc, desencajado. Sí, Bilardo iba, venía, se agarraba la cabeza, se sentaba, se paraba… “Me quiero morir. Me quiero morir -decía-. Domingo, Domingo. Los de colorado son nuestros. ¡Los de colorado son nuestros!”.
Bilardo volvió al Sevilla en la 97, pero duró muy poco.
Al ver que ambos jugadores estaban recuperados, el fisioterapeuta volvió al banco para encontrarse con un Bilardo que estaba en llamas, sin poder creer lo que había visto. Ahí, el Doc se sentó junto al fisio y es en ese momento que lo toma la cámara de El Día Después, célebre programa del Canal+ de España, que mostraba el otro lado de los partidos, al estilo Paso a Paso. Allí, en primer plano, se lo ve al DT decir aquella frase que quedó para la historia y para la mítica del bilardismo: “¿Cómo vas a atender al otro? ¡Qué carajo me importa! ¡Pisalo! ¡Pisalo! ¡Al contrario, pisalo!”.
Años después, en una nota con el diario Marca, el Doc explicó: “Me acuerdo bien de eso. Pero en el fútbol, como en el periodismo, no podés dar ventaja. Si un diario rival te quita una exclusiva, el director te llama a los cinco minutos y te dice: ‘¿Qué estás haciendo?’. Acá, lo mismo”.
Diego llegó al Sevilla tras la sanción en el Napoli.
En tanto, también años más tarde, en una entrevista con La Voz de Galicia, el fisioterapeuta Domingo Pérez recordaría: “El lance se produce muy cerca del banquillo. Yo salgo porque Diego está en el suelo. Pero cuando llego, veo que ya se ha incorporado y me encuentro al chico del Depor sangrando. Ni lo pensé. Lógicamente, me puse a echarle una mano mientras llegaban las asistencias de su equipo. Cuando vi que el chico ya estaba siendo atendido, me volví al banquillo y fue cuando me di cuenta de la que estaba montando Carlos Bilardo. Pero no me sorprendió. A quien lo conozca no puede sorprenderle que reaccionara así. De hecho, si ve las imágenes, primero le explico que estaba sangrando y luego ya me quedo sentado tranquilo, a su lado, mientras él sigue gritando. Ni me inmuto”.
Diego en Sevilla.
El partido terminó con triunfo 2-0 de La Coruña y el paso del Doc por el Sevilla en aquella 92/93 fue de 46 partidos (22 triunfos, 11 empates, 13 derrotas). Todo acabó en un triste desenlace por su recordada pelea con Diego. Maradona, que había llegado al club por 7,5 millones de dólares, por especial pedido del Doc y tras la suspensión de 15 meses por su doping en el Napoli, terminó agarrándose a trompadas con el DT.
El Diez se calentó porque el Doc lo sacó en un partido ante el Burgos.
Todo explotó por los aires el 13 de junio de 1993, en un partido ante el Burgos, por la Liga. Bilardo, que le había pedido a Diego que jugara infiltrado, lo saca en el segundo tiempo y el Diez estalla:“La puta que te parió, esto tenemos que arreglarlo de hombre a hombre, aunque dudo de que lo seas”, le dijo al entrenador, camino al vestuario.
“Yo en la cancha no me di cuenta del insulto -recordó Bilardo en 2001, para El Gráfico-. A la noche, veo en la televisión que me había puteado. Fummmm… Me fui a la casa. No estaba, había ido a Madrid. Lo cuento porque ya lo contó él, ¿eh? El martes a la mañana, cuando llegué al entrenamiento, les dije a los muchachos: ‘Hoy hacen la parte física, yo me quedo acá paradito mirando’. Yo esperaba a Diego. A la tarde me fui para la casa y nos peleamos, nos agarramos a trompadas. Enseguida Claudia y Franchi (su representante) nos separaron. Pero esos días, entre domingo y martes, no dormí”. Diego nunca más se puso la camiseta del Sevilla y no jugó el último partido de la Liga (3-1 al Gijón). El Sevilla quedó séptimo.
Claro, la relación del Doc y el Diego tuvo mil vueltas y después terminaron juntos en la Selección, cuando el Diez la dirigió.
Lo curioso es que la frase de Bilardo quedó tan arraigada en el fútbol que en abril de 2015, o sea 22 años después, en el Sánchez Pizjuán, estadio del Sevilla, en el minuto 81 de un partido ante el Barsa, con un rival en el piso, los hinchas empezaron a gritar: “Písalo, písalo, písalo”.
El dato: el que estaba tendido en el piso no era otro que nuestro Lionel Messi…
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