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Dentro de las relaciones bilaterales de Argentina con sus vecinos, se puede nombrar como uno de los puntos más tensos de los últimos 20 años al conflicto con Uruguay por la instalación de la pastera Botnia en Fray Bentos (hoy llamada UPM), durante la gestión kirchnerista.
Se suponía que el Frente para la Victoria y el Frente Amplio uruguayo, y sus líderes Néstor Kichner y Tabaré Vázquez, tendrían muchísimos puntos más en común que disidencias, pero la historia los enfrentó hasta límites inimaginables en países vecinos, ambos del Mercosur, e históricamente amigables.
Cuando en 2004 triunfó Tabaré Vázquez en Uruguay, el presidente argentino de aquel entonces, Néstor Kirchner, celebró los comicios y lo felicitó desde El Calafate, pero ese fue sólo el buen inicio de una relación que iría escalando en hostilidades con el tiempo y llegaron prácticamente a la situación de no saludarse.
Vista general de la planta que la finlandesa UPM (antigua Botnia) durante una protesta en junio de 2014. Foto EFE/Enrique García Medina.
El conflicto por las papeleras entre la Argentina y Uruguay trascendió a Gualeguaychú y a Fray Bentos y ambos presidentes llevaron sus discordias por el mundo. Por ejemplo, en la cumbre de jefes de Estado de América latina y el Caribe con la Unión Europea en Viena en 2006 y una demanda judicial de la Argentina contra Uruguay en la Corte de La Haya.
Igualmente, el punto más caliente de la relación bilateral se produjo en 2007 cuando el mandatario del vecino país decidió autorizar a la papelera finlandesa que operaría en el Río Uruguay.
Para ese entonces, los reclamos multitudinarios desde la Argentina habían sido varios, incluidas medidas de fuerza como el bloqueo de los puentes por parte de asambleístas, que eran civiles autoconvocados a los que el gobierno local «no controlaba», pero a los que incentivaba y nunca hizo mucho para desalojar.
Una de las tantas protestas de asambleístas para rechazar la instalación de la pastera UPM. Foto DyN.
En otra de estas reuniones de mandatarios, Néstor Kirchner habría logrado que el gobierno español presionara al uruguayo para demorar la entrada en funcionamiento de Botnia. Al menos así lo vivía el gobierno de Tabaré Vázquez, de acuerdo a despachos diplomáticos filtrados por Wikileaks que refieren a Uruguay y su política, tanto doméstica como exterior.
El 1° de noviembre de 2007, el entonces ministro de Vivienda y Medio Ambiente uruguayo, Mariano Arana, anunció que se demoraría la apertura de la polémica planta de celulosa. Según reportes diplomáticos, Vázquez habría sido “agarrado con la guardia baja”, fuera del país y no estaba al tanto del anuncio.
Una semana después, Vázquez y Kirchner viajaron a Santiago para la Cumbre Iberoamericana. Poco antes de que comenzara el encuentro, el uruguayo, molesto porque no se le había consultado esa decisión, dio la orden para que se autorizara la puesta en funcionamiento de la pastera. Fue en esa cumbre que Kirchner le dijo a Vázquez, según Wikileaks: “Me apuñalaste a mí y al pueblo argentino por la espalda”.
Se supo también que por Botnia, Uruguay calificó a Kirchner de fascista ante EE.UU. En febrero de 2006, el encargado de negocios de la Embajada norteamericana en Uruguay, James Nealon, se reunió con el entonces ministro de Industria de Uruguay, Jorge Lepra, quien le transmitió la preocupación del gobierno de Tabaré Vázquez “por cómo se estaba desarrollando el diferendo”.
“Cuando un hermano le pega una cachetada al otro hermano en la cara, se necesita un tío mayor”, fue la figura que Lepra eligió para graficar el asunto, y añadió su convencimiento de que “el gobierno argentino era capaz de cortar el suministro de gas a Uruguay, pese al Mercosur y a otros acuerdos”.
Mientras Tabaré estuvo en el gobierno (marzo de 2010), la relación bilateral también siguió mal con Cristina Kirchner al mando, con un signo de tensión latente y escalada hasta límites inimaginables como la hipótesis de un “conflicto bélico”.
«Cuando el presidente uruguayo Tabaré Vázquez no respondió positivamente a la insistencia de Kirchner para que Uruguay detuviera la construcción de dos plantas de celulosa en la frontera con Argentina y se hicieran estudios ambientales adicionales, la retórica de Kirchner alentó a los residentes de las provincias afectadas a intensificar su bloqueo en los puentes que conectan los dos países, resultando en millones de dólares de pérdidas comerciales y de turismo para Uruguay», afirmó un cable que el embajador de Estados Unidos en Argentina, Lino Gutiérrez, transmitió en junio de 2006 a Washington, en el que analizó lo que denominó «Estilo-K» y que fue revelado por WikiLeaks.
El bloqueo del puente duró hasta junio de 2010, ya con José Pepe Mujica como presidente de Uruguay y Cristina Kirchner en la Argentina.
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