La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este jueves que el edulcorante aspartamo, presente en refrescos bajos en calorías, golosinas e incluso medicamentos, es “posiblemente cancerígeno” para los humanos.
La Agencia Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC), el órgano de la OMS que se encarga de identificar el potencial cancerígeno de las sustancias, concluyó, tras estudiar la evidencia científica disponible, que este edulcorante puede tener capacidad para causar cáncer en la población.
Lo cataloga, eso sí, dentro del nivel 2B, que es el penúltimo escalón dentro de su pirámide de identificación de peligros: esto significa que la evidencia es muy limitada y, si bien la seguridad no es preocupante en las dosis que se usan habitualmente, sí se han descrito potenciales efectos dañinos.
Con todo, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios (JECFA), que se encarga de concretar estos riesgos en la población y establecer una dosis de ingesta diaria admisible, también ha evaluado la evidencia disponible y ha decidido mantener la recomendación de consumo diario admisible que ya tenía: 40 miligramos por kilo de peso al día.
El aspartamo, que es hasta 200 veces más dulce que el azúcar, está en miles de productos. Se usa como endulzante de mesa o para edulcorar bebidas refrescantes bajas en calorías, chicles, gelatinas, cereales para el desayuno, yogures, helados, pasta de dientes o en algunos fármacos.