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Apenas cuatro de cada diez pymes del área metropolitana de Buenos Aires pudieron pagar en tiempo y forma los salarios de marzo, según reveló una encuesta de la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad. La parálisis en la actividad que implica la cuarentena hace que muchas empresas requieran ayuda para cumplir con sus compromisos. En el sector pyme apuntan a la resistencia de bancos para aceitar el mecanismo de crédito que dispuso el Gobierno para estas situaciones. También señalan problemas en la normativa que deja a pymes fuera de la posibilidad de financiarse con créditos blandos. Los bancos aseguran que las líneas están activas.
Del relevamiento participaron más de 750 empresas del comercio, la industria, los servicios y el turismo de la región metropolitana, de las cuales 40,3 por ciento refirió que pudo hacer frente a los sueldos de manera parcial o escalonada. Por otra parte, consultados sobre la caída de ventas durante los últimos 15 días, el 76,4 por ciento reportó una merma de entre el 75 y el ciento por ciento, lo que dejó en evidencia la crítica situación en la que se encuentra el sector. A su vez, el 49,1 por
ciento de los encuestados manifestó que necesita una reducción de la presión
fiscal o la condonación de impuestos para poder hacer frente a la difícil
situación económica.
«Pareciera que hay mucha resistencia de los bancos a acatar las disposiciones del Gobierno. Primero exigieron que se garantizaran los préstamos, se lo hizo al ciento por ciento, pero los siguen gestionando como si fueran un crédito comercial común», señaló a Página/12 Roberto Villarruel, empresario pyme del rubro educativo. El empresario asegura que por estos días se ve mucha «discrecionalidad» en el otorgamiento por parte de los bancos. «El mismo crédito para carpetas iguales en una sucursal te lo dan y en otra del mismo banco lo rechazan», comentó.
En el laberinto
El 30 de marzo el Gobierno anunció créditos para las pymes con una tasa de 24 por ciento y con diferimiento de la primera cuota a los 90 días. El crédito está garantizado en su totalidad para las empresas más chicas por el Fogar, que el BICE Fideicomisos puso en marcha el lunes. Recién este martes comenzaron a activarse las líneas, porque antes los bancos ni siquiera las ofertaban.
Al estar garantizado por el Fogar, según las condiciones habituales de estas líneas, para acceder al préstamo se requiere cumplir con ciertas disposiciones. «El problema es el formulario 931», explica el empresario, en referencia a que se exige para el préstamo para el pago de salarios que la pyme haga la transferencia de haberes a través de la entidad. «Esto deja a muchas, muchísimas pymes afuera de la posibilidad. Hay muchas que pagan a través de transferencias de terceros», explica el empresario. Por ejemplo, una pyme que encarga a un estudio contable la administración y pago de salarios y haberes.
Desde el Banco Galicia señalaron a este diario que esa es una traba, como así también que el cliente tenga mora, lo que impide el otorgamiento automático de los créditos para salarios. «En esos casos se analiza la carpeta ‘manualmente’ para buscar alguna alternativa», aseguraron desde la entidad.
El tema de los tiempos es vital. Las pymes están paralizadas y los trabajadores y trabajadoras tienen que cobrar. Cada carpeta que se envía a análisis puede demorar varios días de intercambio. «Tenemos un caso de un cliente que pidió la línea por 2 millones de pesos, pero el pago de sueldos del mes anterior había sido por 600.000. Le dijimos que le podíamos dar 600.000 y nos dijo ‘bueno, 600.000», señalaron desde la entidad financiera. Para los bancos son avivadas, pero en un contexto de crédito escaso y caro puede verse como una medida defensiva para financiar también capital de trabajo.
En este último caso es donde las pymes encuentran más problemas para financiarse. «Me comentó un colega de la entidad, que tiene cuenta en el banco hace cuarenta años, y que le toman la carpeta como si fuese la primera vez que va porque tiene un atraso en un pago en febrero», relató el empresario de la ENAC. De todos modos, desde el martes los créditos se mueven algo más.
El Banco Nación tiene dos líneas a tasa subsidiada para pago de sueldos y financiamiento de capital de trabajo. El Ciudad tiene líneas activas desde el primer día de abril y el Provincia lanzó también un crédito para empresas de salud que tengan convenio de haberes en la entidad. El Credicoop comenzó con empresas de menor cantidad de empleados, al igual que el Macro.
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