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No fue el primer encuentro «anti grieta» que trazó Alberto Fernández. Y tampoco, prometen, será el último. Pero en medio de las negociaciones que lleva adelante el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, con la oposición por la ley impositiva; el sugestivo encuentro de este lunes con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti; acaparó la atención en Casa Rosada.
Grindetti se asomó por Balcarce 50 bien temprano, cuando el helicóptero que traslada cada día al Presidente desde la Quinta de Olivos todavía no había aterrizado; y subió directo al primer piso, al despacho del vicejefe de asesores, Julián Leunda, cuya designación salió publicada este lunes en el Boletín Oficial.
Con el número 2 de Juan Manuel Olmos, Grindetti repasó los principales temas de gestión que lo unen con Nación. «No pidió un trato preferencial sino que se trate a Lanús igual que a cualquier otro municipio», contaron fuentes al tanto de ese encuentro.
Las obras, uno de los caballitos de batalla que utilizó el intendente en la campaña que lo llevó a reelección estuvo al tope de los pedidos que hizo Grindetti.
Una vez que llegó Alberto Fernández, Leunda guió a Grindetti hasta el despacho del Presidente. Se conocen desde los tiempos en los que el alcalde era ministro de Hacienda de Macri en la Ciudad y el hoy Presidente se desempeñaba como jefe de Gabinete del gobierno kirchnerista.
«Me invitó Leunda a tomar un café y charlamos de la política y de la vida. Coincidimos en la necesidad de mirar hacia adelante y ser propositivos», dijo a Clarín Grindetti, quien evitó dar precisiones respecto al encuentro con el jefe de Estado; sólo confirmó que hubo un «saludo muy cordial».
Según pudo reconstruir este diario, el encuentro duró unos 15 minutos y sirvió para que desde ambos sectores ratificaran que hay «buena predisposición para trabajar en conjunto», como sintetizó una fuente al tanto de la cita.
Fernández tiene en el equipo de Grindetti un funcionario que fue de su extrema confianza: se trata de Diego Kravetz, Jefe de Gabinete y responsable del área de Seguridad de Lanús, quien supo ser un alfil en la Legislatura porteña bajo el ala del hoy Presidente.
«Grindetti se mostró dispuesto a colaborar, por encima de la grieta«, destacaron en Casa Rosada sobre el paso del intendente M. «Nosotros vamos a colaborar con lo que necesita su municipio», agregaron.
En la charla, además, Fernández quiso saber la visión de Grindetti sobre la ley impositiva que impulsa Kicillof. El mandatario local le explicó los puntos que, a su criterio, son los más complejos para que se alcance un acuerdo. Pero comprometió su apoyo a buscar «una salida que sirva para todas las partes». En ese sentido, recordó las arduas negociaciones por el Presupuesto que encabezaba como ministro de Hacienda porteño con el bloque K que por entonces lideraba Kravetz.
Luego del encuentro en la Rosada, Grindetti, que participará de las reuniones con el jefe de Gabinete provincial, Carlos Bianco; y otros funcionarios de Kicillof, pidió que «ninguna de las dos partes se ponga dogmática». «No tiene que ser una negociación fenicia, sino política, tenemos que tratar de encontrar un punto de encuentro», consideró el intendente en diálogo con El Destape Radio.
La convocatoria a Grindetti, según la Casa Rosada, no obedeció a este proyecto. «Esa es una negociación que lleva adelante la Provincia», se excusan. Y apuntan, como ejemplo de ello, que ya hubo varias reuniones con intendentes opositores: enumeran las reuniones «por temas de gestión» que el tándem Olmos-Leunda mantuvieron días atrás con Diego Valenzuela (Tres de Febrero) -que derivó en una foto posterior con Fernández- y Gustavo Posse (San Isidro). «Vamos a recibir a todos los que quieran trabajar en conjunto, dejando atrás la grieta», prometieron.
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