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Los ataques contra niños que viven en zonas de conflicto casi se triplicaron en la última década, dijo Naciones Unidas. Unicef informó que desde 2010, se verificaron unas 170.000 violaciones contra jóvenes, incluyendo asesinatos, mutilaciones, violencia sexual y reclutamiento de niños. La cifra equivale a 45 abusos cada día durante 10 años. Pero incluso eso puede ser solo la punta del iceberg, advirtieron: se cree que muchos miles de ataques más no fueron denunciados.
«Los conflictos en todo el mundo duran más, causan más derramamiento de sangre y cobran más vidas jóvenes», dijo Henrietta Fore, directora ejecutiva de Unicef. «Los ataques contra niños continúan sin cesar ya que las partes beligerantes ignoran una de las reglas más básicas de la guerra: la protección de los niños».
En 2018, el último año para el cual hay cifras completas disponibles, la ONU verificó más de 24.000 violaciones, casi tres veces más que la cifra correspondiente recopilada en 2010.
Los niños en Siria, Yemen y Afganistán han estado particularmente en riesgo, agregó Fore. Pero también se produjeron ataques despreciables en Nigeria, donde los adolescentes fueron utilizados como terroristas suicidas, y en Myanmar, donde se informó que los soldados musulmanes mataron a niños musulmanes en el estado de Rakhine.
Los ataques aéreos contra las escuelas y el uso de jóvenes como escudos humanos también se han sumado al recuento.
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