https://images.pagina12.com.ar/styles/focal_16_9_960x540/public/media/articles/44767/arce-20-c2-a9-20sandra-20cartasso.jpg?itok=tfmozQ5E
El exministro de Economía de Bolivia, Luis Arce, oficializó su candidatura presidencial con una conferencia de prensa convocada desde el céntrico Hotel Bauen. Acompañado por Diego Pary, excanciller y uno de los precandidatos a la presidencia por el Movimiento Al Socialismo (MAS), Arce destacó los principales avances económicos del país en los 14 años de gestión del presidente depuesto, Evo Morales, y describió los retrocesos impulsados por el gobierno de facto de Jeanine Añez. Intentó alejar los fantasmas de una crisis interna en el partido, y consultado sobre un posible desencanto de la clase media con el MAS, destacó que durante su gestión ese sector se vio beneficiado como nunca en la historia del país.
Pary fue breve en su discurso para darle espacio al flamante candidato presidencial del MAS. «Estamos seguros que con este binomio el MAS triunfará en las elecciones. Triunfaremos y venceremos», destacó el excanciller. Al igual que el presidente depuesto, se refirió a una fórmula que «nace del consenso y le da certeza, tranquilidad y proyecciones de futuro a Bolivia. Éste es el binomio que los bolivianos y bolivianas esperaban», agregó.
En lo que fueron sus primeras palabras públicas como candidato presidencial, el exministro de Economía Luis Arce manifestó el «agradecimiento y honor de haber sido elegido por esta magna asamblea que tiene mucha historia, luego de dos largas jornadas de debate bajo la conducción de nuestro presidente Evo Morales». Si bien no lo dijo directamente, Arce destacó en más de una oportunidad la centralidad del exmandatario a la hora de tomar la decisión final.
«Éramos cuatro compañeros que se habían propuesto como candidatos, y cualquiera de los cuatro tenía todas las posibilidades de acceder a la candidatura. Pero lo más importante era la unidad del instrumento», destacó. Arce buscó desligarse de las versiones que hablan de internas en el MAS y en la dirigencia social que compone el llamado Pacto de Unidad. Sin ir más lejos, esa agrupación había sugerido previamente la candidatura presidencial de David Choquehuanca, y al joven dirigente cocalero Andrónico Rodríguez como vice.
Consultado al respecto, Arce recordó que «la reunión del MAS del domingo era de cumplimiento obligatorio. Por lo tanto todas las resoluciones se deben acatar por cada miembro de las organizaciones sociales». Agregó que hablará «con todos los compañeros y compañeras que por alguna razón se alejaron del proyecto».
Sobre su compañero de fórmula, el excanciller David Choquehuanca, destacó que es «un gran compañero, el ministro con el que mejor me he llevado. Tiene la ideología y la capacidad para construir el camino que nos está encomendando el instrumento político». Dijo que tiene la capacidad para reestablecer el dialogo en Bolivia. «Claramente hará prevalecer la cultura de la wiphala que todos hemos asumido», destacó.
Página/12 preguntó a Arce si coincidía con el expresidente Evo Morales
en tanto la elección de la candidatura constituía «una perfecta combinación entre el campo y la ciudad». Y si el binomio presidencial podía potenciar las posibilidades del MAS, teniendo en cuenta el desencanto de un sector de la clase media con el partido de Evo Morales.
«Nuestro instrumento es inclusivo, somos inclusivos de la cultura de la wiphala, es decir que hay espacio para todos», aseguró el exministro de Economía. «Mi candidatura refleja a esos más de 2 millones de personas que sacamos de la pobreza y ahora forman parte de la clase media. Y esa gente no está desencantada, es la gente que forma parte y es resultado de este proceso», agregó.
Arce dedicó buena parte de su discurso al tema que mejor maneja, la economía. En primer lugar, realizó una breve semblanza de los logros que había alcanzado durante su gestión. «Bolivia era el país que más rápidamente estaba reduciendo la pobreza extrema, que estaba cerrando la brecha entre ricos y pobres. El país que más había aumentado la esperanza de vida de nuestro pueblo».
Esa realidad elogiada incluso por sectores de derecha, tiene su opuesto perfecto en la actual gestión del gobierno de facto de Jeanine Añez. «El golpe de Estado también es un golpe económico. Hoy tenemos a la gente asustada, retirando su dinero de los bancos. Y convirtiendo sus ahorros en dólares. Hay incertidumbre por el gobierno de la señora Añez».
En ese sentido, el exministro destacó que tras el golpe «se repartieron los grupos oligárquicos para sus propios intereses, eso lo vemos en varias empresas que con gran esfuerzo hemos reconstituido y hoy pasan a manos de familiares que forman parte del gobierno». Arce sentenció que esta nueva lógica económica es «el retorno del neoliberalismo».
Sobre el cierre, el flamante candidato presidencial remarcó que hoy en Bolivia imperan «el matonaje y el hostigamiento: creímos que el racismo se había erradicado del país pero nos equivocamos». Pese a las dificultades, Arce sueña con volver a Bolivia para poner punto final al gobierno de facto y volver a concretar el mismo sueño que lo convocó a la gestión pública allá por 2006: «Alcanzar una Bolivia productiva».
Informe: Guido Vassallo.
[ad_2]
Fuente
Más historias
Científicos de Córdoba y San Luis premiados por la ONU
El Papa Francisco nombró al cordobes «Tucho Fernández» como nuevo perfecto del Dicasterio para la Doctrinade la Fe
Salud notificó un caso de botulismo alimentario