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Si bien las tarifas de electricidad y gas se mantendrán congeladas hasta fin de año, por estos días muchos usuarios se vieron sorprendidos al recibir facturas con importantes incrementos. ¿Cómo se explican los aumentos?
El primer dato a tener en cuenta es que producto de las medidas de aislamiento, la gran mayoría de las personas elevó la cantidad de horas que pasa en su hogar y, en consecuencia, incrementaron sus consumos de luz y gas.
El segundo dato es que el gasto de energía durante la cuarentena se vio potenciado por las temperaturas más bajas del invierno.
En ese contexto, el mayor nivel de consumo generó que muchos usuarios fueran recategorizados por haber superado los topes establecidos. El aumento de categoría implica un incremento en los cargos fijos y variables por metro cúbico.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta el cáclulo de las facturas al inicio de la cuarentena. Entre marzo y mayo, dada de la imposibilidad de hacer mediciones en forma presencial, se estableció una tarifa estimada que tomó como parámetro el consumo más bajo desde 2017.
Normalizada la situación, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) estableció que si el consumo real, en esos meses, fue mayor a la facturación estimada, esa diferencia se puede pagar en 6 cuotas a partir de noviembre.
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