POR LUCIANO BARRIGON
La quinta luna de Cosquín 2025 demostró que la música popular argentina sigue evolucionando y fusionándose sin perder su esencia. Con un homenaje memorable a Peteco Carabajal y la energía del debut de Bersuit, el festival reafirma su capacidad de unir generaciones y géneros en una misma celebración. Cosquín sigue escribiendo su historia, con noches que trascienden el tiempo y dejan huella en la cultura nacional.
Por su parte La Callejera, grupo que celebra una década de su consagración en el festival, fue el encargado de abrir la programación musical, con una puesta donde mixturaron la palabra en poesia, la pintura con un artista que dejo su obra realizada en el escenario `para el museo Cosquin la musica y la danza haciendo una expresion cultural digna de los grandes.
Suna Rocha, quien homenajeó a Jacinto Piedra junto a su hijo, Gregorio Gómez Cantos desplegó su talento y capacidad vocal e interpretativa de la manera en la que nos tiene acostumbrados nuestra cordobesa oriunda de Las Arrias
Luego, se presentaron los grupos Agosto y Quetzallí, ganadores del Pre Cosquín como Dúo Vocal, y el espectáculo «Tango improvisado», a cargo del pianista Pepe Colángelo y el armonicista Franco Luciani. Junto a Pablo Motta en contrabajo, Moscato Luna en guitarra y Bruno Resino en percusión, el conjunto logró emocionar al público con una presentación vibrante y original.
Candela Mazza y la Delegación de Córdoba, con su cuadro «Postales del Norte Cordobés», también fueron parte de la noche, así como Lucía Ceresani, quien representó la tradición del canto surero.
Peteco Carabajal: 50 años de música y una celebración inolvidable
El segmento más esperado de la noche fue, sin dudas, el homenaje a los 50 años de trayectoria de Peteco Carabajal. Pasadas las dos de la mañana, el músico santiagueño pisó el escenario Atahualpa Yupanqui para ofrecer un recorrido por su carrera, acompañado por artistas de todas las generaciones.
El inicio fue conmovedor con la zamba «A mis viejos», junto al bandoneonista Juan Carlos Marín, seguida del clásico «Digo a la mazamorra». Acompañado por una banda conformada por varios integrantes de su familia, entre ellos Demi Carabajal en batería, Homero en guitarra, Ricky en bajo y Roxana, Graciela, Huahui Basualdo y Martina Ulrich en percusión y coros, Peteco revivió distintos momentos de su historia musical. Raly Barrionuevo también se sumó a la celebración, recordando sus comienzos junto al legendario artista.
La interpretación de «Las manos de mi madre» y «Perfume de carnaval» fue coreada por toda la plaza, y el cierre a pura chacarera transformó el festival en un auténtico patio de baile con «Embrujo de mi tierra», «Puente carretero» y «Entre a mi pago sin golpear». Como broche de oro, Peteco recibió los premios Camin a la Trayectoria y la Luna de Platino, en honor a esta edición especial del festival.
Bersuit: el rock y el folklore hermanados
A las tres de la mañana, Bersuit Vergarabat hizo su esperado debut en el festival, regresando al escenario Atahualpa Yupanqui tras 20 años de ausencia. Con «La Soledad» y «Yo tomo» comenzaron a calentar motores, para luego fusionar su estilo con el folklore en «La argentinidad al palo», interpretada junto al Ballet de la Escuela Municipal de Folklore, generando un emotivo grito de «¡Argentina, Argentina!» desde el público.Uno de los momentos más destacados fue la participación de los Hermanos Núñez, quienes sumaron su sapucai litoraleño a «Perro amor explota» y «La revuelta». .
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