El miércoles 13 de sptiembre cecelebró una audiencia en la Cámara Décima del Crimen, donde fue condenado a 6 años de prisión René Alejandro Sosa, conocido como «El Chancho» Sosa, por su participación en la venta de teléfonos celulares dentro de la carcel Bower.
Lo que comenzó como una condena previa de Sosa en la penitenciaría de Bouwer se transformó en una red de complicidades que abarcaba desde comerciantes fuera de la cárcel hasta guardias penitenciarios, todo con el objetivo de introducir y vender teléfonos celulares en el interior de la prisión.
La pareja de Sosa, madre de dos de sus hijos, junto a su hermano fueron parte de esta operación, introduciendo los celulares a la prisión con la complicidad de un guardia penitenciario, Mauro Casado, quien también fue condenado a cuatro años de prisión.
Dentro de la prisión, Sosa contaba con la colaboración de otro preso que actuaba de intermediario, encargado de distribuir los teléfonos a otros presos.
Estos celulares terminaron siendo utilizados en estafas virtuales desde dentro de las paredes de la prisión.