Especialistas en salud, Nutricionistas y algunas Empresas impulsan desde el lunes 26 y hasta el viernes 31 la Semana de la No Dulzura.
Semana de la no Dulzura, «menos azúcar por más salud», una iniciativa que pretende generar conciencia sobre la importancia de moderar el consumo de azúcar de la población, que en exceso provoca obesidad, caries dentales y aumenta el riesgo de enfermedades no transmisibles como El consumo excesivo de azúcar causa obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles (como la diabetes, el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y enfermedades cerebrovasculares), que son la primera causa de muerte en el país.
Se eligió el momento de receso invernal porque hay más tiempo para reeducar el paladar sobre endulzado de los chicos, charlar de alimentación, compartir ideas, cocinar en casa y hacer un esfuerzo mayor para comer mejor.
La original Semana de la Dulzura se celebra la primera semana de julio de cada año e invita a regalar golosinas a cambio de un beso. Esta tradición surgió en 1989 y hoy, 30 años más tarde, surge la iniciativa motivada por los problemas urgentes de salud pública del país y alineada con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La intención no sólo es desincentivar el consumo de alimentos ultra-procesados, muchos de los cuales esconden azúcar, sino también promover una mejor educación alimenticia.
Este es el tercer año que se realiza y el lema de esta edición es «¡Azúcar oculto, al frente!», en apoyo a la implementación de la Ley de Etiquetado Frontal de Alimentos que busca proteger y garantizar el derecho a la salud y a la información de los consumidores.
Según estudios recientes, en la Argentina se consumen 114 gramos de azúcar diarios por habitante, el triple de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que va entre los 25 y 50 gramos por lo que muchos pacientes sufren de síndrome metabólico, que es un combo de hipertensión, colesterol alto en sangre, sobrepeso generalizado y más que nada obesidad a nivel central, es decir pacientes delgados pero con panza. La grasa visceral que se genera a partir del exceso de insulina que se está produciendo es altamente inflamatorio y eso es todo un síndrome que se ve mucho en la población.