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La audiencia judicial a la que el flamante candidato presidencial del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, debía presentarse el miércoles, fue finalmente suspendida. La defensa de Arce quiere conocer primero los documentos que argumentan la apertura del proceso. El exministro de Economía había recibido una acusación por el caso Fondo Indígena, en el cual es acusado de no haber controlado los proyectos de desarrollo durante su paso por la cartera de Economía. Ni bien pisó suelo boliviano para iniciar su campaña presidencial, Arce recibió la citación judicial. Frente a un escenario politico en constante ebullición, el Tribunal Supremo Electoral confirmó que la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos observarán las elecciones presidenciales previstas para el tres de mayo.
Heidy Gil, fiscal asignada al caso, informó que la audiencia fue suspendida ya que la defensa de Luis Arce pidió el acceso previo al expediente, que consta de más de 20 cuerpos y más de un centenar de anexos. Para la defensa, uno de los principales derechos del candidato presidencial consiste en conocer a fondo el proceso y los motivos por los cuales está siendo citado.
«Este proceso no será politizado, este proceso buscará hacer justicia», aseguró Gil, y agregó que se desarrollará «en el marco de la total legalidad». A su salida de la Fiscalía, el exministro Arce manifestó a los medios de comunicación que asistió a prestar su declaración porque no tiene nada que ocultar. «Soy un hombre transparente, vine a declarar porque no soy ningún corrupto, no soy ningún ladrón. Mi equipo de abogados y la propia fiscal notó las fallas procedimentales en la notificación hacia mi persona», declaró.
«Esto es eminentemente político contra nuestra candidatura del MAS-IPSP, y vamos a enfrentar a esta Justicia», subrayó ante los medios presentes en el lugar, mientras un centenar de seguidores lo animaban al grito de «Lucho Presidente». Arce encabeza con 26 por ciento las intenciones de voto para las elecciones del tres de mayo, seguido por el ultraderechista Luis Fernando Camacho y el expresidente Carlos Mesa, ambos con 17 por ciento, según un reciente sondeo de la consultora Mercados y Muestras.
Desde Buenos Aires, donde se encuentra refugiado desde diciembre pasado, el expresidente de Bolivia, Evo Morales, twitteó que «la justicia que discrimina, cita a declarar a Lucho Arce cuando pisa suelo boliviano, pero deja volver a exautoridades neoliberales que tienen procesos, sentencias y órdenes de aprehensión». El expresidente se refería a líderes regionales como Manfred Reyes Villa, Branko Marinkovic o Mario Cossío, que volvieron al país a pesar de tener sentencias o procesos abiertos por delitos públicos.
Hombre fuerte de la sorprendente economía boliviana, Arce está acusado en el caso Fondo Indígena, del cual formó parte en representación del ministerio de Economía. En concreto, se lo acusa de haber registrado como aprobados y ejecutados cientos de proyectos que nunca se materializaron en el ya desaparecido fondo destinado al desarrollo de comunidades indígenas y campesinas. Por
ese caso, la exministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, cumple
prisión preventiva.
Arce había regresado el martes a Bolivia para lanzar su campaña presidencial. Apenas aterrizó en el aeropuerto internacional de El Alto, recibió la citación para declarar el miércoles. Entre quienes le dieron la bienvenida a La Paz se encontraba su compañero de fórmula, el excanciller David Choquehuanca.
Días atrás, y todavía en Buenos Aires, Arce expresó que «las condiciones no eran las mejores para realizar una campaña electoral (…) dirigentes del MAS están siendo perseguidos y amedrentados».
En ese mismo encuentro con la prensa, y acompañado por el presidente depuesto Evo Morales, Arce destacó que la sorpresiva candidatura de la presidenta interina Añez «genera enormes dudas sobre la transparencia del proceso electoral» en su país. Por ese motivo, solicitó la colaboración de la comunidad internacional.
En ese sentido, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Salvador Romero, confirmó que la Unión Europea, la Organización de Estados Americanos y la Unión Interamericana de Organismos Electorales observarán las elecciones presidenciales previstas para el tres de mayo en Bolivia.
«Vamos a tener un proceso muy amplio de observación entre la observación habitual a nivel nacional y la observación internacional”, anticipó Romero en declaraciones a Bolivia TV. «Cuantos más ojos observen el trabajo del organismo electoral, cuantos más ojos lo vean, el proceso será mejor», expresó el jefe del TSE.
Con estas elecciones presidenciales, Bolivia aspira a zanjar una crisis política que por el momento deja un saldo de más de 30 muertos por enfrentamientos entre simpatizantes y detractores de Morales, y con fuerzas de seguridad luego de la asunción del gobierno interino el pasado 12 de noviembre.
La exsenadora Añez sorprendió al anunciar su candidatura, engrosando así la nutrida lista de candidatos presidenciales de la derecha boliviana: su nombre se suma al de los expresidentes Carlos Mesa y Jorge “Tuto” Quiroga, el líder cívico Luis Fernando Camacho y el excívico cruceño, Rubén Costa. Con Evo Morales y Álvaro García Linera fuera de la contienda, intentarán hacerle frente al MAS.
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