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Arsat fue una de las últimas empresas estatales en cambiar su directorio, con la asunción del nuevo gobierno de Alberto Fernández. Recién la semana pasada asumió el nuevo presidente de Arsat, Pablo Tognetti, quien fue designado en simultáneo como su gerente general en la compañía estatal, que depende del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero.
Nadie imaginó que su antecesor en el cargo, Raúl Martínez, se iba a atrincherar en la empresa tecnológica estatal, renunciando sólo como presidente del directorio, pero queriendo mantener su cargo de gerente general, en superposición con la nueva conducción de Arsat. Por eso, el directorio cesó en el cargo a Martínez, quien se niega a renunciar y reclama una doble indemnización a la actual gestión.
Clarín intentó comunicarse con Martínez, pero el (cesado) funcionario macrista no quiso hacer declaraciones a este diario. Sin embargo, fuentes del Gobierno confirmaron la extraña situación y dijeron que esperan que en estos días renuncie no sólo Martínez, sino también otros 10 funcionarios políticos de la anterior gestión (7 gerentes y 3 subgerentes), que están reclamando doble indemnización para dejar sus cargos.
«Se les pidió la renuncia a todos los cargos políticos, pero ninguno quiere renunciar. Todos quieren indemnización», dijo una fuente oficial. Y añadió que además Martínez hizo numerosos gastos irregulares, «ninguno de los cuales pasó por el directorio», como «la construcción de un helipuerto, que nunca se usó, hasta que vino un helicóptero el viernes pasado, para hacer pruebas de la Policía Federal, que nadie sabe quién lo llamó».
Tendido de fibra óptica de Arsat en la localidad de Rivera, provincia de Buenos Aires, casi en el límite con La Pampa.
En el Gobierno están furiosos con Martínez, quien ingresó en el directorio de Arsat en agosto de 2017, luego de ser secretario de Infraestructura Tecnológica y País Digital del Ministerio de Modernización; y en noviembre de 2018 pasó a ser su gerente general y vicepresidente, hasta que en julio del año pasado asumió también como presidente de Arsat.
Martínez era un hombre de absoluta confianza del entonces presidente Mauricio Macri, con quien trabajó durante más de 30 años, desde que arrancó en la empresa Sevel, por entonces propiedad de la Sociedad Macri (SOCMA), donde tuvo algunos problemas con la Justicia por su tarea desarrollada ahí, en la importación de autos. Luego Martínez lo acompañó a Macri en el gobierno porteño, como director ejecutivo de la Agencia de Sistemas de Información. Y de allí pasó a ser el virtual número dos de Modernización, bajo la gestión de Andrés Ibarra, hasta que desembarcó en 2017 como el hombre fuerte de Arsat. Allí fue su gerente general y presidente del directorio, hasta la llegada de Tognetti a la empresa tecnológica estatal, donde se niega a renunciar.
Tognetti es un científico del INVAP, donde ejerció como director hasta su reciente designación al frente de Arsat. Estuvo previamente como titular de esta empresa entre los años 2008 y 2013. Fue el directivo que impulsó, planificó y monitoreó la construcción de los dos satélites geoestacionarios Arsat 1 y Arsat 2, que se lanzaron en 2014 y 2015, poco tiempo después a que fuera desplazado por La Cámpora de la empresa tecnológica estatal. Además fue el artífice de la construcción de la red de estaciones de Televisión Digital Terrestre y la Red Federal de Fibra Óptica de Arsat.
Tognetti está acompañado en el nuevo directorio de Arsat por el dirigente camporista Guillermo Rus, que fue designado vicepresidente; por el ex gerente general de la gestión de Tognetti, Facundo Leal; por el representante del gremio Foetra, Marcelo Tesoro, que es el único que continúa en el directorio de la gestión anterior; y por la ingeniera Anabel Cisneros, la primera mujer en integrar el directorio de Arsat, desde su fundación en 2006.
También hay una situación compleja con el camporista Guillermo Rus, quien tuvo el mismo cargo de vicepresidente hasta enero de 2016, cuando tampoco renunció como gerente de la empresa estatal y cobró una suculenta indemnización para desvincularse de Arsat. «Es insólito lo de Rus, cobró la indemnización, ni siquiera tiene título universitario y lo vuelven a designar como director y vicepresidente de Arsat», planteó a Clarín una fuente de la empresa tecnológica estatal.
La nueva gestión está enfocada en los cuatro segmentos que tiene Arsat: el satelital, con la estación terrena de Benavidez, que tiene en órbita los satélites geoestacionarios Arsat 1 y 2; la red federal de fibra óptica, con 31.000 kilómetros de red troncal; la red de Televisión Digital Terrestre, que tiene casi 100 estaciones en funcionamiento; y el data center, que es uno de los más potentes de América latina.
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