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Tras la inesperada y contundente señal de respaldo público que le dio a Hugo Moyano durante el acto de inauguración del sanatorio Antártida, este viernes Alberto Fernández tratará de compensar la interna que desató en la CGT ese gesto al jefe camionero: invitó a almorzar este viernes a la Quinta de Olivos a la «mesa chica» de la central sindical peronista.
En febrero había sucedido algo idéntico. El Presidente recibió a Moyano en la Casa Rosada. Cuando trascendió ese encuentro, al día siguiente invitó a Héctor Daer, co secretario general de la CGT y jefe del sindicato de Sanidad.
Daer, quien hasta ese momento se suponía era el sindicalista con mejor llegada al Presidente, tuvo su foto tardía con Alberto.
Aquel encuentro, además, le costó a Daer que en la CGT el otro co secretario, el estacionero Carlos Acuña, le facturará en una reunión, en marzo, de mesa chica haber ido solo a almorzar con Alberto Fernández. «¿En nombre de quien fuiste? La CGT no sos vos solo», le había recriminado Acuña, con dureza.
Quizá para enmendar aquel episodio, ahora Daer irá a Olivos con otros sindicalistas cegetistas: también estarán presentes en el almuerzo Antonio Caló (UOM), Gerardo Martínez (UOCRA), Andrés Rodrígues (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y el mercantil Armando Cavalieri.
Algunos suponían que Héctor Daer también sumaría a su hermano Rodolfo, líder del sindicato de la Alimentación. También se mencionaba la posibilidad de que fuera el textil Hugo Benítez.
En el Gobierno confiaron a Clarín que la génesis del almuerzo fue un llamado de Héctor Daer a Fernández, este jueves para felicitarlo por su cumpleaños.
El sindicalista había tuiteado este jueves: «Te tocó un cumpleaños muy particular, con un enorme desafío que estás enfrentando de una manera ejemplar. La vida te puso en este lugar y quedarás en la historia como el Presidente que supo cuidar a lxs argentinxs. Feliz cumpleaños, amigo @alferdez».
Alberto Fernández recibió a Héctor Daer, uno de los dirigentes de la CGT, en febrero en la Casa Rosada.
La felicitación por Twitter contrastó con el impacto que le genera en la interna cegetista la señal que el Presidente le dio el miércoles a Moyano, en el Antártida. «Hugo es un dirigente gremial ejemplar«, le dedicó. Además lo calificó de «inmenso».
Dirigentes de peso de la CGT observaban este viernes que «Héctor quedó muy debilitado» en la interna cegetista tras el acto en el sanatorio del miércoles. Daer pretende ser reelecto en agosto en la conducción cegetista.
También le facturaban no haber logrado que la central sindical tuviera mayor protagonismo en la crisis actual y el impacto de la cuarentena en la caída de la actividad económica.
«De todas las decisiones del Gobierno nos fuimos enterando por los diarios», se quejó un sindicalista.
Otro agregó: «Veníamos pidiendo una reunión con Alberto desde hace tiempo y Daer no la conseguía. Recién ahora se da pero todo indica que es por el acto con Moyano. Ahora Alberto se vio obligado a compensar».
En el Gobierno rechazaron las lecturas que se hicieron sobre que Fernández le hizo un gesto a Moyano y, en simultáneo, dejó mal parado a Daer.
«Alberto es un malabarista. Le hace una señal a uno y después a otro», dijeron. «Sí es cierto que primero se la hizo a Moyano», admitió un funcionario entre risas.
Alberto Fernández, Axel Kicillof y Hugo Moyano, en la tercera inauguración del sanatorio Antartida.
Cerca del Presidente resaltaron que en las tareas de la emergencia el rol del gremio de Moyano es clave para desde la distribución de alimentos en todo el país hasta la recarga con dinero de los cajeros automáticos.
Confiaron, por otro lado, que fue Moyano el que en un encuentro previo con Fernández había ofrecido a Fernández el Antártida para tratar a infectados de coronavirus.
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