En febrero de 2025, la Canasta Básica Alimentaria Apta para Celíacos registró un incremento mensual del 2,32%, alcanzando un costo total de $476.021 para una familia tipo con al menos un integrante con esta condición. En términos interanuales, la suba fue del 49,43%, lo que refleja el constante aumento en el precio de los alimentos específicos para celíacos.
Una familia cordobesa con un miembro celíaco gasta mensualmente $30.112 más en alimentos en comparación con un hogar sin esta condición, lo que representa un 6,75% de incremento en el gasto. A nivel individual, una persona con celiaquía necesita $44.282 adicionales para cubrir su alimentación, un 30,69% más que una persona sin esta condición de salud.
Factores que inciden en los costos
La celiaquía es una enfermedad caracterizada por la intolerancia al gluten, proteína presente en el trigo, la avena, la cebada y el centeno (TACC). La necesidad de consumir productos libres de gluten, que suelen tener un costo mayor debido a su producción especializada, encarece significativamente la canasta básica de quienes padecen esta enfermedad.
Carlos Galoppo, Defensor del Pueblo Adjunto de la Provincia de Córdoba, destacó la importancia de brindar apoyo económico a las familias afectadas: «Debido al mayor gasto que deben asumir, las familias con algún integrante con celiaquía necesitan contar con alguna ayuda económica para adquirir sus alimentos».
El impacto en productos esenciales
Dentro de la canasta básica apta para celíacos, el rubro de harinas y legumbres tiene la mayor incidencia, representando el 39,16% del total. Esto se debe a la necesidad de sustituir productos tradicionales que contienen gluten por alternativas seguras para el consumo de quienes padecen celiaquía.
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los celíacos es la preparación de su propio pan. En febrero de 2025, elaborar un kilo de pan apto para celíacos tuvo un costo de $4.690, lo que representa un 73,7% más que el precio promedio del kilo de pan francés, fijado en $2.700.
Este panorama evidencia la necesidad de políticas públicas que regulen los costos y faciliten el acceso a los alimentos aptos para celíacos, garantizando así una alimentación adecuada y accesible para todos los afectados por esta condición.